Ciudad de México.- Obras que evocan bellos paisajes que transmiten la importancia del medio ambiente, integran la exposición “Contemplando la Naturaleza”, del artista Jorge Carral, que se exhibe en la galería del centro cultural Casa Lamm. La muestra, que permanecerá durante este mes de enero incluye piezas inspiradas en paisajes que al artista lo llevan a crear obras emocionales. “Mi pintura es emocional porque busco comunicar la paz y la armonía que encuentro en el lugar que puebla mis cuadros. De tal suerte que con mis imágenes pretendo invitar al potencial espectador a que encuentre en ellas la contemplación y reflexión necesaria de la naturaleza”, expresó. Tras recordar que todo el arte siempre ha sido testigo de su tiempo, explicó que lo que él hace no es la excepción, pues más que plasmar un paisaje perfecto, lo que intenta es crear un cuadro que se convierta en evidencia del ciclo de la vida, en el que se puedan encontrar plantas que apenas nacen y otras ya secas y muertas. Parte importante para el expositor es el título que habrá de otorgarle a sus piezas, pues a través de ellos busca comunicar una idea, por ejemplo, con su obra “Guardianes milenarios”, donde aparecen árboles muy antiguos, o con la pieza “El escondite de Eva”, donde invita a adentrarse y descubrirla detrás de una vegetación exuberante. El proceso de creación, detalló Carral, comienza cuando las personas le sugieren lugares, los conoce, los recorre, los siente y encuentra o aparece un ángulo que lo enamora, ahí es cuando decide trasladarlo a sus lienzos. Es una comunicación entre el paisaje con sus colores, sonidos, olores y sus sentidos. Después de recordar que desde el colegio se la pasaba dibujando en sus cuadernos, donde a veces tenía más dibujos que apuntes, resaltó que durante toda su vida ha admirado y se ha fascinado con el manejo de la luz y del color de Joaquín Sorolla. Sin embargo, como paisajista mexicano gusta mucho del camino marcado por José María Velasco, sin dejar de lado a otro artista contemporáneo que le ha inspirado, como es el español Antonio López. La exposición está conformada por 10 piezas, realizadas en formatos relativamente grandes, porque lo que busca el artista es que le permitan al espectador adentrarse en ellos. En cuanto a la técnica, aclaró, “me he dado cuenta que el óleo es un medio que me permite mantener la luz y la transparencia a través de las veladuras. Su secado lento es muy adecuado para lograr las transiciones y las combinaciones que necesito”. Carral reconoció que por el momento en sus piezas aparecen dos de los cuatro elementos vitales: agua y tierra, pero no descarta más adelante plasmar algo sobre fuego y viento. Las piezas que exhibe desde diciembre pasado son: “Después de la tormenta”, “Escondite de Eva”, “Guardianes Milenarios”, “La peña del aire”, “Maguey”, “El reventón”, “Los guardas”, “Sinfonía tropical”, “Manglar Tampamachoco” y “Velo de novia”.