Ciudad de México.- Para el pianista mexicano Jorge Viladoms la música está hecha para ser compartida, por ello creó “Luz de Luna”, un espectáculo en el que conviven la música y la danza, y que tras presentarse en el Carnegie Hall de Nueva York, Francia, Suiza y Japón, ahora tendrá dos únicas funciones en México. El espectáculo, en el que también participan Hervé Moreau y Aurélie Dupont, bailarines estrellas del Ballet de la Ópera de París, y el violonchellista Lionell Cottet, quien toca en la Orquesta Filarmónica Bayerischen Rundfunks, en Alemania, se presentará el 23 de abril en el Teatro Degollado de Guadalajara y un día después en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, de esta capital. En entrevista con Notimex, Viladoms definió esta propuesta como un viaje poético entre la música de concierto y la danza basado en el romanticismo alemán, pues el programa incluye piezas como “Sonata para chelo y piano”, de Claude Debussy; “La balada mexicana”, de Manuel M. Ponce, y “Fratres”, de Arvo Pärt. “La idea surgió cuando fui a dar un concierto al Carnegie Hall de Nueva York, le llamé a Hervé Moreau para crear algo, un concepto diferente en el que la música conviviera con la danza, es una combinación de las dos artes, donde la coreografías fueran creadas con base en la música, así surgió ´Luz de Luna´”, recordó. Vía telefónica desde Suiza, donde radica desde hace 13 años, Viladoms comentó que para crear el espectáculo se inspiraron en el poema “El viajero le habla a la Luna”, del austriaco Johann Gabriel Seidl. Después de su estreno en Nueva York, en noviembre de 2014, llevaron “Luz de Luna” a Suiza y luego de gira a Japón, Ginebra y en la ciudad de Durango, y “donde nos hemos presentado hemos tenido un excelente recibimiento, sobre todo porque nos acompañan artistas de gran renombre”. Sobre sus inicios en la música, Jorge Viladoms recordó que comenzó a tocar piano a los 15 años, luego de heredar el piano de su abuela y tres años después fue aceptado en el Conservatorio de Lausanne, en Suiza, donde en 2008 obtuvo un master en pedagogía musical con mención honorífica. “Comencé a tocar tras el fallecimiento de mi papá, la música cambió el rumbo de mi vida, se me abrieron muchas puertas, comencé a dar conciertos mientras cursaba mi maestría y después me solicitaron ser profesor en el conservatorio de Lausanne”, indicó. A pesar de estar alejado de su país de origen, Viladoms siempre tuvo clara su visión de ayudar a los demás, por ello creó la fundación Crescendo con la música, a través de la cual busca ayudar a niños de escasos recursos en Guadalajara. “Los fondos recaudados en las presentaciones de ‘Luz de Luna' van a ser destinados a la fundación; el verano pasado enviamos 100 instrumentos musicales desde Suiza, entre ellos siete pianos, 33 violines, chelos, flautas y clarinetes, además pagamos profesores para dar clases a 360 niños, es un proyecto hermosos”, explicó. Siempre en la búsqueda de nuevos proyectos, Viladoms tiene planeadas nuevas colaboraciones con músicos de otros países; hace unos meses se presentó con Lionel Cottet en México y ahora trabajan en la grabación de un disco con nuevo repertorio. “Los artistas europeos tienen una muy buena impresión de los mexicanos, admiran a compositores como Manuel M. Ponce o Federico Ibarra, así que cuando les planteas la posibilidad de venir a México les resulta sumamente atractivo, por la calidez del público y la majestuosidad de sus recintos”, apuntó. Finalmente, el virtuoso del piano aseguró que sus raíces están en México, país que visita con frecuencia, “me siento sumamente afortunado porque tengo un trabajo que me permite hacer lo que más me gusta, tengo alumnos increíbles y tengo la satisfacción de regresar un poco de lo que la música me ha dado a través de mi fundación”.