2 de octubre de 1968: el cine en la Plaza de los Sacrificios

Los jóvenes se miraban de frente en el espejo del tiempo. La gran explosión, el “big bang” social, sacudió al mundo en 1968.

Jaime Vázquez / La Voz de Michocán

En los años sesenta, los jóvenes abrieron a golpes las puertas del siglo XX. Tiempos de rebelión y búsqueda, de crítica a la autoridad, a lo establecido por la iglesia, la escuela, la familia o el estado.

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Explotó el movimiento hippie y la música abrazó al amor, las flores, la paz, como sus emblemas. Rebeldía “inocente” que grita y canta ruidosamente su autoafirmación en un mundo ajeno.

La píldora, la revolución cubana, el rock, el pelo largo, la liberación sexual, la guerra fría, Vietnam, las drogas, las ideologías y la creciente conciencia social destaparon la inconformidad acumulada. Los jóvenes se miraban de frente en el espejo del tiempo. La gran explosión, el “big bang” social, sacudió al mundo en 1968.

Como lo señaló Enrique Krauze, en México no habría coexistencia entre esa etapa de búsqueda y afirmación de las libertades y una presidencia autoritaria.

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La patria ya había dado señales. En 1964-65, el movimiento de los médicos sacudió al país: la antesala de lo que vendría más tarde. En 1965 la autoridad reaccionó contra estudiantes de la Universidad de San Nicolás de Hidalgo, en Morelia, quienes protestaron por el alza de los transportes. En 1966 tocó el turno a la Universidad de Sonora.

En julio de 1968, ese sismo social tuvo sus primeros destellos en la Ciudad de México. Un conflicto entre estudiantes desató la represión. La solidaridad estudiantil ante los hechos se estrelló contra la cerrazón y el autoritarismo gubernamental.

Alumnos del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la UNAM salieron a las calles para documentar los sucesos. Con cámaras al hombro hicieron entrevistas, tomas de marchas, pintas, asambleas y mítines que concluyeron trágicamente el 2 de octubre de 1968.

Leobardo López Aretche dirigió El grito, que a la vuelta de los años es un valioso testimonial sobre los acontecimientos, la vida interna del movimiento.

En ese contexto tuvo lugar un hecho que Felipe Cazals recoge en su película Canoa (1975). En septiembre de 1968 un grupo de trabajadores de la Universidad de Puebla organiza una escalada a La Malinche. Confundidos con estudiantes comunistas, el pueblo los lincha.

Rojo amanecer (1989) es la primera película de ficción que toca directamente el 2 de octubre. Dirigida por Jorge Fons, se basa en Bengalas en el cielo, de Xavier Robles y Guadalupe Ortega.  

El documentalista suizo Richar Dindo filma en 2003 Ni olvido, ni perdón, estrenada en el marco del 35 aniversario de la masacre.

Borrar de la memoria (2011), de Alfredo Gurrola, es un acercamiento descarnado a los sucesos, el clímax en la tortura.

En 2018, Gabriel Ripstein dirige Un extraño enemigo, serie para Prime Video, estelarizada por Daniel Giménez Cacho.  

Carlos Bolado emprende otro proyecto, Tlatelolco, verano del 68, nacido de documentales para TV y que se convirtió en serie de televisión y largometraje, con actuaciones de Christian Vázquez, Claudette Maillé, Cassandra Ciangherotti, Juan Manuel Bernal y Roberto Sosa como Díaz Ordaz.

José Manuel Cravioto utiliza la técnica de la rotoscopía para su film Olimpia (2019); interviene y utiliza escenas de El grito para contar una historia ficticia enmarcada en el movimiento estudiantil.

En 1969 se estrenó Olimpiada en México, de Alberto Isaac, iniciada 10 días después del 2 de octubre. La flama olímpica crepitaba en el pebetero del Estadio de CU. Las palomas blancas que volaron sobre la grama del estadio, sobre el público, no borraron la masacre. El público dedicó un histórico abucheo al presidente.

“Los empleados municipales lavan la sangre en la Plaza de los Sacrificios”, escribió Octavio Paz.

A 55 años de aquella herida, no sólo el cine tiene mucho que contar sobre el 68, porque, como dice el poema de Paz: “La vergüenza es ira vuelta contra uno mismo”.

Jaime Vázquez, promotor cultural por más de 40 años. Estudió Filosofía en la UNAM. Fue docente en el Centro de Capacitación Cinematográfica. Ha publicado cuento, crónica, reportaje, entrevista y crítica. Colaborador del sitio digital zonaoctaviopaz.

@vazquezgjaime