José Roberto Morales Ochoa colaborador de La Voz de Michoacán Santa María Huiramangaro, Michoacán. Tras décadas de olvido, un equipo de restauradoras recobró la belleza pictórica que narra más de cuatro siglos de historia en la cubierta del presbiterio del templo de Nuestra Señora de la Asunción, devolviendo a la comunidad una joya artística única en la región. Los trabajos, que contaron con la participación activa de la población, el apoyo de la Secretaría de Cultura Federal a través del Fondo de Apoyo a Comunidades para la Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos, la Presidencia Municipal de Pátzcuaro y la organización civil “Adopte una Obra de Arte Michoacán”, sacaron a la luz tres capas de pinturas superpuestas, que nos hablan de distintos momentos históricos en su ornamentación: desde las delicadas veladuras del siglo XVI, hasta las intervenciones más recientes realizadas en el siglo XX. La doctora Laura Elena Lelo de Larrea López, perito restaurador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y supervisora de la restauración, destacó la importancia de esta intervención. “La recuperación de las policromías del presbiterio nos permiten entender el proceso de evolución estética y cambios en las técnicas y materiales a lo largo de los siglos, como también inferir acontecimientos sociales que ocurrieron al interior del templo”, señaló. Según la especialista, la primera pintura data de la segunda mitad del siglo XVI y fue realizada al temple usando finas veladuras que se aprecian en las aureolas y paisajes de fondo. La segunda, correspondiente al siglo XVII, se trabajó al óleo con colores vivos como verdes y naranjas que se destacan en las vestimentas de los personajes. Finalmente, para la más reciente del siglo XX, se utilizaron pinturas acrílicas aplicadas en las encarnaciones y especialmente sobre los rostros, los cuales habían sido parcialmente borrados en años anteriores. Foto: Cubierta antes y después de la restauración. (Cortesía de Adopte un Obra de Arte AC, autor: Ruber Dan Cázares Herrera) El esfuerzo detrás de la restauración El proyecto, coordinado por el Centro INAH Michoacán, fue ejecutado por las restauradoras Joselia Cedeño Paredes y Gabriela Contreras González, quienes explicaron que: “Los trabajos incluyeron tareas de limpieza, fumigación, reforzamiento de tablones, eliminación de repintes de pintura blanca y azul aplicados en los años 40´s del siglo XX que ocultaban la decoración virreinal, y reintegración cromática en faltantes”. La restauración abarcó toda la cubierta horizontal del área del presbiterio, así como el conjunto de elementos del arranque de la techumbre de madera, integrado por las dos hileras de canes, tabicas y cordones franciscanos. Foto: Cubierta policromada restaurada. (Cortesía de Adopte un Obra de Arte AC, autor: Ruber Dan Cázares Herrera) Una iconografía singular Entre las imágenes recuperadas destacan figuras como San Pedro, San Pablo, Santa Catalina de Alejandría, Dios Padre y la Sagrada Familia donde Jesús niño viste como franciscano. Estas imágenes que nuevamente embellecen el cielo del presbiterio, integran una iconografía hagiográfica poco común en la región de Michoacán. “Se trata del fenómeno de los Santos mártires, temática religiosa que fue ampliamente difundida desde los primeros años del cristianismo, y que posteriormente se retomaría en la obra evangélica de la Nueva España”, comentó Lelo de Larrea. “Su presencia al interior del templo, nos permite comprender que fueron tomados como modelos de vidas de conversión, y al momento de su muerte alcanzaron la Salvación en Dios” añadió. Foto: Cortesía de Adopte un Obra de Arte AC Hacia una restauración integral A pesar de los avances que se han tenido en la restauración de otros bienes históricos del templo, los trabajos están lejos por concluir. El próximo reto será poder intervenir el siguiente retablo colateral que también se ubica en el espacio del presbiterio, y continuar con la cubierta de la nave principal, donde aún permanece oculta la policromía virreinal. “Cada vez que se inicia una nueva etapa de intervención, es un desafío enorme conseguir el apoyo económico requerido para solventar las actividades que una restauración de esta naturaleza demanda” concluyó la doctora Lelo de Larrea. La restauración del templo de Nuestra Señora de la Asunción, no solo devuelve a la comunidad de Santa María Huiramangaro un tesoro artístico, sino que también reafirma la importancia de proteger el legado histórico y patrimonial de Michoacán. Foto: Cortesía de Adopte un Obra de Arte AC José Roberto Morales Ochoa, promotor y gestor cultural, con especialidad en museografía, museos y centros culturales. Instagram: @jrobertomorales Email: imrobertomorales@gmail.com