COLUMNA / Nos vemos en el cineJaime VázquezRafael Corkidi comenzó su larga trayectoria aprendiendo de los maestros de la fotografía, Nacho López y Antonio Reynoso, y más tarde, como integrante de los equipos de producción de noticieros cinematográficos. A los 22 años, Corkidi, nacido en Puebla en 1930, dejó la fotografía y trabajó como ayudante de cámara en los noticieros Cine mundial y Cinescopio. El cine le abrió aún más los ojos al mundo. Tenía 30 años cuando formó parte del legendario equipo de la revista Nuevo cine, que franqueó ventanas a renovados aires para la apreciación, divulgación y conocimiento del séptimo arte. Su trabajo como director de fotografía en Fando y Lis de Alejandro Jodorowsky, en 1968, fue el inicio de su cercana colaboración con este polémico creador chileno, que después continuaría con El Topo (1970) y La montaña sagrada (1973), películas que, con el paso de los años, se han convertido en referentes de una cosmovisión y un género en sí mismo de nuestro cine. Por El topo obtuvo los premios Diosa de plata y Ariel a la mejor fotografía. En 1970 lleva a la pantalla Ángeles y querubines, guion del poeta guatemalteco Carlos Illescas, que marcaría la primera colaboración del escritor y el cineasta. En 1974 dirige Auandar Anapu (el que cayó del cielo), nueva colaboración con Illescas en el guion. Filmada en diversos escenarios naturales de Michoacán, principalmente en la ciudad de Uruapan, Auandar Anapu es, como la define con puntillosa ironía y mirada precisa el crítico Jorge Ayala Blanco en su libro La condición del cine mexicano, publicado por Editorial Posada, la historia del “santón levantisco” nacido del Paricutín, interpretado por el gran actor Ernesto Gómez Cruz, especie de Cristo agrarista en overol, activista revolucionario con lenguaje y consignas estudiantiles del comité de lucha setentero que llega a tierras michoacanas a redimir a los campesinos, a enfrentar a los caciques y al poder, a salvar a su María Magdalena (le da vida la actriz Susan von Polgar) y a resucitar niños para probar su celestial y revolucionaria fuerza ante la comunidad que lo mira caminar por esos senderos de la teología de la liberación. El reparto lo completan Jorge Humberto Robles, Patricia Luke, Aurora Clavel, María de la Luz Zendejas, talento actoral que comparte escena con músicos y danzantes regionales y del grupo de maestros del folklore michoacano de Arturo Macías. Destaca la brillante y limpia interpretación que las Hermanas Pulido hacen de la célebre pirekua Male Severiana. Este fragmento está disponible en: (1) MALE SEVERIANA | Hermanas pulido | Película Auandar Anapu. - YouTube. Es el canto profundo que resuena en el viento y surge de la tierra purépecha. Auandar Anapu es producto de su tiempo, reflejo de la visión política y social de Rafael Corkidi pero, a la vez, de la propuesta contestataria de la creación artística de aquellos años que el cine documentó. Auandar Anapu es un capítulo inicial de un director y cinefotógrafo comprometido con su tiempo, que se sumó a sus siguientes proyectos: Deseos, Pafnuncio Santos, Las Lupitas, Figuras de la pasión, entre otras cintas. Corkidi no dejó de experimentar, tomó el video como medio de expresión y en 2004 abrió en Boca del Río una escuela y taller de producción cinematográfica y de video. En 2013, la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas le otorgó el Ariel de Oro por su trayectoria de más de 60 años. Ernesto Gómez Cruz, actor que dio vida a Auandar Anapu, fue el encargado de entregarle el reconocimiento. Rafael Corkidi, al recibirlo, expresó: “yo nunca dejé el cine, dejé al sistema que nunca me quiso y cuando me dediqué a buscar nuevas herramientas descubrí que todos somos artistas”. Jaime Vázquez, promotor cultural por más de 40 años. Estudió Filosofía en la UNAM. Fue docente en el Centro de Capacitación Cinematográfica. Ha publicado cuento, crónica, reportaje, entrevista y crítica. Colaborador del sitio digital zonaoctaviopaz. @vazquezgjaime