Bordados: El control patriarcal del cuerpo femenino

Los relatos irán develando la forma en las adoptan una identidad y los abusos a los que son sometidas

Foto: Collage hecho por Nektli Rojas a partir de las imágenes de la novela gráfica Broderies y la foto de Satrapi tomada de https://es.babelio.com/

Nektli Rojas colaboradora de La Voz de Michoacán

Bordados (Broderies, en francés, que es la lengua en la que ella crea) es una novela gráfica publicada por Marjane Satrapi en 2003. Satrapi, nacida en Irán en 1969, es novelista gráfica, pintora y directora de cine. Entre sus obras más conocidas, está la novela gráfica Persépolis y la película Radioactive (sobre Marie Curie). Pertenece al BD Egalité (colectivo de creadoras de cómics contra el sexismo). Su trabajo se decanta hacia el develamiento de la creación de la identidad de las mujeres y la denuncia de la condición femenina. Ella, al igual que muchas creadoras, ha abrazado la ficción autobiográfica.

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En Bordados, Satrapi recrea el diálogo de nueve mujeres que toman el té después de una comida en casa de su abuela. Los hombres se han retirado a dormir la siesta, mientras que ellas lavan los trastes y se sientan a tomar el té, lo que muestra la separación de las actividades por género. Mientras beben el té (un samovar) ventilan el corazón –es decir, cuentan historias suyas y de otras mujeres: “Hablar a las espaldas de otros es ventilar el corazón”, dice la abuela. Toda la conversación, que gira entorno a sus relaciones románticas con los varones, nos devela el control patriarcal sobre el cuerpo de las mujeres. Ese cuerpo, como en Persépolis, recibe la autobiografía y, por tanto, la identidad se construye a través de él.

El intercambio de historias está basado en la polifonía y se esfuerza en rescatar la oralidad espontánea del estilo chisme, lleno de analepsias que permiten ir hacia atrás en el tiempo para internarse en los recuerdos, sin los cuales no hay construcción identitaria.

Entre las personajas, están Marjane, el avatar de la autora; Mamie, su abuela (mamie es la forma francesa familiar para referirse a este parentesco); la madre de Marjane, a quien no se refiere por nombre; la tía abuela, Parvine, que es una artista visual; Azzi, la vecina, y otras cinco mujeres cuyos nombres no se mencionan, amigas y parientes de mamie. Ellas contarán sus historias, así como las de Nahid, Shideh, la prima y sobrina de la madre de Marjane, una conversación entre dos desconocidas en un cementerio. Se mostrarán también las fotos (dibujadas) de Eli, Fariba y Nenchine con respecto a la operación plástica para reducir sus narices. Las modificaciones corporales de la cirugía estética tienen el propósito de adecuarlas a los requisitos de lo femenino patriarcal.

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Los relatos irán develando la forma en que se les exige a las mujeres (sí, a las iraníes, pero no hay mucha diferencia con lo que pasa en nuestra cultura) adoptar una identidad y los abusos a los que son sometidas, desde el adulterio, el robo, los matrimonios por dinero o con hombres mucho mayores que ellas, las depilaciones, los epítetos que los maridos usan con ellas (referidos al cuerpo: vieja bruja, que en francés es vieille peau y hace referencia al envejecimiento del cuerpo), las cirugías y la reconstrucción del himen, que es lo que da título al libro.

Mamie cuenta la historia de Nahid, su amiga muerta, que tuvo que casarse con el hombre que su familia eligiera para ella, pero que tiene relaciones con su amado y, por tanto, la necesidad de ocultar que ya no es virgen. Bordados es un juego polisémico entre la actividad femenina, el hilado de historias en un tono de chisme de mujeres, y la reconstrucción del himen, que en español se conoce como remiendo y fuera profesión de la infame Celestina.

Foto: Nektli Rojas, cortesía de la autora