Redacción Rita Gironès Juventud y talento para el cine mexicano. Una mirada fresca y la difícil tarea de llevar a cabo una dirección conjunta. Mariana y Santiago son hermanos, pero parecen más bien un par de amigos, de esos que se tienen como predilectos. Codirectores de A cielo abierto, obra inédita de Guillermo Arriaga, su padre y mentor cinematográfico, más allá de intimidarlos el éxito de su progenitor, resultó ser un impulso atómico. Compartir el timón de una película, sumamente poderosa, y tomar el riesgo de seleccionar actores no profesionales les resultó un acierto crucial: la naturalidad de las personas siempre será un imán para el espectador. Una decisión tan arriesgada como sugerente, -no es lo mismo hacer cine que ver cine -, coinciden los hermanos. Y continúan, “hacer cine te permite trabajar obsesiones tuyas, proyecciones, una serie de terapia que los creadores necesitamos para comunicar. Ver cine te da una caja de herramientas y a ver qué hacemos con ellas. Al fin y al cabo, es más importante ser una buena persona que tener una buena película”. El fondo del film es la pérdida del padre. Un temor sempiterno fraguado con ojos nuevos. ¿Qué querías ser de niño/a? M.- Ya desde la primera vez que fui a un set de cine, a los 8 años, empecé a fantasear con la idea de hacer cine. Me encontré en el set de Amores Perros y ahí supe que quería ser directora de cine, luego crecí y lo mantuve. S.- Yo me despertaba un día y quería ser bombero, y al día siguiente quería ser astronauta. (Risas) ¿Qué quieres ser ahora? M.- Lo mismo, directora de cine. S.- También hacer cine. Cada proyecto es algo diferente que quieres ser y descubrir. Qué respondes a la pregunta, ¿cuál es tu profesión? M.- Cine, a pesar de ser un mundo desconocido para la mayoría de personas. S.- Sí, a veces resulta extraño decirlo, pero también respondo “Cine”. ¿Qué parte del proceso cinematográfico prefieres? M.- El momento que más disfruto es el set de filmación. Todas las etapas han sido muy disfrutables, pero el set es lo que más me gusta. S.- Crear. Lo considero un privilegio: se crea desde el texto, la producción, hablar con los actores, en la edición. Y me encanta hacer foto. ¿Se involucran también en la dirección de actores? M.- En el set somos nosotros quienes dirigimos a los actores. S.- Pero afuera, y en este caso, como eran no-actores, es decir, actores naturales, les dimos las bases de la actuación con una Acting Couch, Mónica del Carmen, que hizo un grandioso trabajo con todos. ¿Por qué escogieron actores sin experiencia actoral? M.- Lo que sucede es que los personajes son adolescentes, entonces era muy difícil que tuvieran una preparación formal como actores. S.- Es difícil encontrar a un actor de esa edad que encaje a la primera en el papel que necesitas. Tuvimos que abrir la convocatoria y llegamos a ver a 600, quizás 700 entre niños y jóvenes. ¿Qué tal la experiencia de trabajar entre hermanos? M.- Es un privilegio poder trabajar en familia y se puede creer que es un reto trabajar una codirección entre nosotros, pero lo hace más fácil y más disfrutable. Obviamente tenemos puntos de desencuentro donde tenemos que dialogar y debemos encontrar el mejor argumento cada uno para defender una visión diferente, pero, sabes, dirigir puede llegar a ser muy solitario y de pronto estás dos años en un proyecto y cada etapa vas cambiando la gente con la que colaboras. Entonces poder compartir eso con tu hermano que además somos muy amigos, el proceso, el set, los viajes, es lo mejor hacerlo acompañado. S.- Y lo mejor es que no te puedes dejar de hablar. (Risas) Sabemos que nosotros trabajamos para un objetivo en común y eso no lo perdemos de vista. ¿Cómo describirían al otro? M.- Él es obsesivo, incansable y brillante. S.- Ella es social, sensible y organizada. ¿Qué temáticas te interesan para llevar al cine? M.- No sé si temas como tal, pero a mí me gusta cuando se generan dilemas en los personajes. Me gustan las historias de familia; los dilemas éticos y morales; entender las capas de la complejidad del ser humano. Me interesa que no todo se polarice en buenos y malos, sino que cada personaje puede tener muchas capas de complejidad y lograr desde afuera empatizar con ellos. S.- Una de mis mayores obsesiones y miedos a lo largo de la vida es que suene el teléfono y recibir una llamada que no quisiera recibir. Que alguno de mis familiares más cercanos ya no esté. Y siento que, para esta película, esta obsesión vino a ser una manera de trabajar exactamente eso. ¿Qué vínculo hallan entre el cine y el mundo de hoy? M.- El cine es un reflejo de la sociedad, lo mismo pasa con la literatura. De pronto te metes en una historia y te abstraes, pero inmerso en los problemas específicos que estás leyendo. El cine tiene esa función, plasmar el momento de lo que se está viviendo y aquello que como sociedad nos preocupa o nos mueve. S.- El cine es un reflejo de la sociedad. El arte en general. Una manera de entender a la humanidad desde aquello que el ser humano va creando. ¿Con qué actor o actriz te gustaría trabajar? M.- Con Javier Bardem. S.- Volvería a trabajar con Christian Ferrer, y quisiera trabajar con Willem Dafoe. ¿Y a qué director de cine admiras? S.- A Mariana. M.- ¡A Santiago y a Guillermo! ¿Qué te genera el viaje de esta experiencia fílmica? S.- El hecho de hacer cine me permite además de viajar, convivir con las personas que vas conociendo y a lo que el cine te lleva, que es a vivir. Conocer a un músico italiano como Ludovico Einaudi, que nos encanta, viajar a Corea para el Festival de cine, vivir en Argentina para llevar la postproducción, todo lo que gira alrededor de la película ya es como a dónde te va llevando esto… M.- Con esta película estamos muy agradecidos porque nos ha llevado a muchos lugares; Coahuila, Italia, Argentina, Festivales como el de Corea... ¿Qué música escuchas? M.- Ambos hemos sido muy fans de Einaudi, yo lo escucho todo el tiempo mientras trabajo. Escucho música clásica. S.- Rock de los 60´s o 70´s, The Doors, Jimi Hendrix. ¿Crees en el destino? S.- Yo creo que el destino es el inconsciente funcionando, uno va decidiendo qué quiere hacer en la vida, sólo que no está muy consciente de eso. M.- A mí me gusta creer en el destino. Tres cosas que se llevarían a una isla desierta. M.- Un libro, una máquina de café, cerillos. S.- Cerillos, un arco con flecha y una guitarra. ¿Qué es para ti la Cultura? M.- Es lo que nos define como sociedad y como individuos. S.- La Cultura es lo que nos define como personas. Es el legado que vamos arrastrando. Rita Gironès, escritora, docente y artista escénica. Catalana y mexicana. Lleva 20 años residiendo en Michoacán trabajando activamente por la cultura. Apasionada de las Humanidades, obtiene el Premio Nacional de Dramaturgia en México, 2022. facebook: Rita Gironès instagram: ritagirones