Abril García colaboradora de La Voz de Michoacán Acorde con la cosmovisión de los pueblos indígenas, el consumo ritual de plantas como hongos, peyote y ayahuasca ayuda a la comprensión tanto del universo como de la identidad. Las comunidades precolombinas recurrieron a las llamadas plantas medicinales para el descubrimiento del ser y la conexión con la naturaleza, procesos que se consiguen debido a las propiedades psicotrópicas que alteran los estados de consciencia. Tales temáticas inspiran la obra pictórica de Ada Nelly García Gómez, quien retrata en sus lienzos sus experiencias introspectivas, sensoriales y espirituales que atraviesa mediante el consumo consiente de estas sustancias enteógenas. En sus pinturas vemos paisajes abstractos donde habitan animales totémicos, así como a las propias plantas que interactúan con el entorno como si se tratara de un plano extracorpóreo. En una entrevista, la artista nos revela detalles sobre su proceso creativo. Foto: EspecialFoto: EspecialFoto: Especial ¿De qué manera exploras la conexión entre la espiritualidad y la naturaleza a través de la pintura al óleo? El silencio, la contemplación y la soledad son para mí condiciones imprescindibles para poder percibir la dimensión espiritual de la naturaleza, entonces a través de la meditación he encontrado una gran fuente de inspiración ya que esta práctica funciona para mí como un canal receptor de ideas e imágenes que trato de plasmar en mis pinturas. Y por supuesto el navegar en la psique con ayuda de la medicina ancestral me ha dado acceso a el material subconsciente que uso de igual manera como fuente de inspiración para proyectar la experiencia visual. ¿Cómo influyen tus experiencias con medicinas ancestrales, como el consumo ritual de la ayahuasca, en tu proceso creativo como pintora? Los enteógenos han sido para mí uno de los principales vínculos para navegar en lo más profundo de mi ser. De este modo he logrado tratar aspectos emocionales de mi vida que al estar “bloqueados” o sin atención consciente, no me permitían la total y libre expresión, es decir, tenía muchos bloqueos creativos. La apertura de conciencia libera enormemente el potencial creativo que me ha permitido plasmar ideas, experimentar nuevas técnicas o simplemente fluir con libertad. ¿Cómo representas los efectos enteógenos de las plantas medicinales, como los hongos, en tu obra pictórica? Generalmente mis experiencias con la medicina son extremadamente visuales. Trato de representarlas las alteraciones de las percepciones ópticas con colores muy brillantes y formas con gran movilidad: patrones geométricos, fractales e imágenes un tanto surrealistas; desfiguración de objetos; visiones extrañas de entes; deidades que transmiten mensajes profundos; ojos, animales de poder y seres de energía. Destaca el efecto de onda y luz en movimiento, seguramente vinculado a los impulsos eléctricos del cerebro y la variación de las dimensiones del entorno espacio y tiempo. ¿Qué desafíos enfrentas al representar las experiencias psicodélicas y los saberes ancestrales en tus obras pictóricas? Mis experiencias psicodélicas han sido muy profundas, tal vez el mayor desafío al que me enfrento es poder proyectar esas ideas o imágenes que ni siquiera tienen una definición en este plano, es decir, la mente humana limita mucho la comprensión de estas experiencias y es difícil transmitir el discurso de temas como la evolución de la conciencia, algún tema filosófico o formas del pensamiento, como lo pueden ser el aura, la energía y los chakras.