Nektli Rojas / Colaboradora de La Voz de Michoacán Queridas y estimadas lectoras, ustedes que siempre buscan aumentar su cultura y conocimiento devorando la literatura escrita por mujeres, ustedes que están hambrientas por saber qué es ser mujer y estar corroída por el mandato de la escritura creativa en un mundo de avariciosos escritores que no quieren ceder paso, ustedes que son capaces de vivir a través de los ojos, de escuchar con el corazón, de hacer suyas las luchas de otras… Pásenle a vivir esta experiencia única, vengan a mirar el enredo de la historia de un amor entre la periodista Qüity y la santa trans-Cleopatra. Un romance, si no bendecido, al menos propiciado por la Virgen María, a la que le da por hablarle a Cleo “como una española medieval”. Descubran cómo Gabriela Cabezón Cámara desacraliza la tradición del Jesús-amigo-de-los-pobres-y-los-oprimidos, para reemplazarlo con ni más ni menos que su madre, la santísima Virgen María, con sus miles de advocaciones, entre las que la autora elige a la Virgen de Luján, la santa patrona de Argentina. Vean cómo la desalmada autora usa este amor de puro pretexto literario para entretejer la pobreza, la marginalidad, la violencia de estos tiempos traídos por la fase apocalíptica del capitalismo, Rita Segato dixit. Vengan a empaparse del ambiente camp* y marginal en extremo que rodea los besos, el acercamiento de las amantes, el embarazo de Qüity. Habrá villas llenas de miseria y de personajes miserables. Conozcan a la bestia Aquiles, policía asesino, y a Daniel, hombre de buen corazón que se ve empujado a cometer homicidio en nombre de su hija torturada, violada y asesinada. Foto: Cortesía Sorprendan a la esperanza de los pobres siendo más una maldición que una fortaleza, contémplenla nadando entre las carpas de un estanque de construcción popular. Acérquense a la Virgen hecha de cemento, deformada por una cabeza enorme, que cuida a los paupérrimos habitantes del Poso, sus fieles. Pasen a ver cómo la pobre Virgen no podrá evitar la masacre en la villa, exterminio motivado por la gentrificación. No podrá impedirlo ni con la ayuda de sus devotos, ni con la de la Difunta Correa, santa popular cuyo fiambre deshidratado fue capaz de alimentar a su hijo. Adviertan las consecuencias que tiene la inutilidad divina en las miserables vidas humanas. Entérense de cómo ataca el poder con su violencia tanto simbólica como armada. Reconozcan a las pistolas justicieras latinoamericanas. Sean testigas de cómo usa Qüity su 38 Smith & Wesson, igualita a la de Josefina Wilson, la célebre trabajadora sexual que mata a Pedro Navajas en la famosa salsa. Cúrense de espanto leyendo la novela que fue finalista del premio Memorial Silverio Cañada de novela negra, en donde encontrarán muchos muertos y mujeres violentamente asesinadas. Sepan cómo el dulce y pequeño Kevin se convierte en “suelo de cementerio”. Entérense de cómo Qüity y Cleo, “la más queer de las madres” de Cleopatrita, acaban ricas en Miami. Y cómo Cleo, con todo y su aura azul como el estrecho de Messina, por seguir los mandatos celestiales acaba comportándose como todo un macho latinoamericano. Vean cómo Qüity, Cleopatra, Cleopatrita (la hija de ellas) y la omnipresencia de la Virgen María habitan este texto en el que se exploran las posibilidades de existir como mujeres en los márgenes de la sociedad, de la cultura y del imaginario. No se pierdan esta lectura escandalosamente adecuada para la Semana Santa de Morelia *Corriente artística con una estética basada en lo popular que es humorística, irónica, exagerada, afeminada, pariente del kitsch. Nektli Rojas es escritora, profesora y merolica con formación académica de la literatura escrita por mujeres.