Víctor E. Rodríguez MéndezDesde que fue reportada como desaparecida el 21 de septiembre de 2020, hasta el siguiente día 25 que fue localizada sin vida en un paraje al sur de la ciudad de Morelia, el caso de la joven profesionista Jessica González Villaseñor acaparó la atención de los medios de comunicación y del público en general. Para la Fiscalía General del Estado, desde las primeras indagaciones la principal línea de investigación fue la relación sentimental de Jessica con un joven llamado Diego Urik, con lo que pronto apuntó a sumarse a la lista de los casos de feminicidios en la entidad. De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2019 se tuvo un registro de 12 delitos de feminicidio, mientras que en 2020 se tipificaron 19 delitos de feminicidio, siete más que el año inmediato anterior. Uno de ellos fue el de Jessica González Villaseñor. El documental Lo dejaría todo por buscarte, dirigido por Omar Cuiriz y producido por el diario La Voz de Michoacán, da cuenta de la historia general del terrible suceso que llamó poderosamente la atención, sobre todo, en el ámbito local; un caso muy doloroso y muy triste, como dice la usuaria de Facebook Daniela Carvajal de Millán: “Toca cada fibra del alma de cada moreliano. Me dirán exagerada, pero a diario pienso en mi pequeña hija”. Jessica tenía 21 años y la esperaba una prometedora carrera en la docencia. Un documental contra el olvido Como se apunta en la presentación del documental en redes sociales, “ante un dolor que paraliza, ¿qué sigue para quienes lloran la desaparición de una hija, una madre o una hermana? ¿Qué hacer cuando te anuncian que encontraron el cuerpo, si es que se logra encontrar? ¿Cuál es la responsabilidad de las autoridades, cuando el hacer justicia –cualquier cosa que eso signifique– no regresará los sueños que le fueron arrebatados a la víctima?”. Dado a conocer en marzo de este año, Lo dejaría todo por buscarte es la ventana a través de la que vemos cómo la familia de Jessica ha enfrentado el frío de los juzgados con verdadero denuedo; si bien a la fecha ha guardado el luto pertinente, nunca dejó de participar activamente en la búsqueda de su hija y en el proceso para condenar al responsable. Por lo demás, el Ministerio Público y los asesores de víctimas hicieron su trabajo para lograr que el 15 de febrero de 2023 se diera la sentencia de una pena máxima (50 años en la cárcel) para Diego Urik Mañón Melgoza, tras haberlo encontrado culpable del feminicidio de Jessica González Villaseñor. Para el director Omar Gil Cuiriz, quien estudió Filosofía en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y actualmente labora en La Voz de Michoacán como editor y coordinador de contenidos digitales, la motivación principal para hacer el documental fue “honrar la lucha de toda una familia que hizo y dejó todo, primero para buscar a Jessica y luego para honrar su vida buscando justicia”. El realizador no oculta lo impactante que fue para él ver, según dice, “cómo el dolor –que los consumía– no fue suficiente para detenerlos”. Alguien, agrega Omar, con nombre y apellido, le había arrebatado a la familia lo que más amaba de una forma extremadamente cruel. “Lo menos que la sociedad y yo –como parte de ella– podíamos hacer era y es apoyarlos en que su caso no sea callado ni caiga en el olvido”. Desde la primera imagen de la investigación fílmica la madre de Jessica se erige como la figura que fustiga y reclama justicia por la muerte de su adorada hija. La voz en off deja entrever el lamento y la furia de quien se resiste a aceptar esa fatalidad: “Mi hija, mi hija, aquí estás, aquí sigues. No te vas, no te irás, no de mí. Me dicen que ya te deje ir; quizá ya lo hice, por ti, porque mereces paz”. Luego, vemos dramatizada la escena cuando Jessica salió de su casa para encontrarse con Diego Urik aquel 21 de septiembre de 2020 aproximadamente a las 5 de la tarde. Pese a que Jessica le dijo a su madre que iba a tomarse un café con su amiga Renata, ésta declaró a la policía que no se reunió con Jessica y que otras veces la ponía de pretexto para ver a Diego. En el auto de él se dirigieron hacia la zona de Altozano. En algún punto de aquella zona, Diego Urik violó y asesinó a Jessica con extrema crueldad. El cuerpo fue localizado cuatro días después en una zona boscosa ubicada al sur de Morelia. De acuerdo con los resultados de la necropsia, a simple vista presentaba escoriaciones en diferentes partes de su anatomía y la causa de la muerte fue determinada como una hemorragia interna y una fractura craneoencefálica. Recibió más de treinta golpes en todo el cuerpo. Se lee en un cuadro del documental: “Su muerte no fue instantánea, su cuerpo sintió cada golpe. Fue una muerte lenta y dolorosa”. Diego huyó al estado de Jalisco y fue capturado el 30 de septiembre. Para entonces, la familia de Jessica había comenzado su propia investigación, una búsqueda exhaustiva, persistente, que en los juzgados se toparía con lagunas legales, según comenta Omar Cuiriz, una suma de “espacios inexplorados por los peritos, jueces, abogados, magistrados y todos los involucrados en llevar un caso de feminicidio”. Y la madre, siempre la madre, que saca la rabia que la consume: “Tú, mi hija, Jessica, no tuviste a nadie que te defendiera. Estuviste sola ante su brutalidad, ante su crueldad extrema, ante un nivel de perversidad que sólo puede topar en seco con el feminicidio”. La lucha porque se haga justicia Omar Cuiriz recuerda que la familia pedía ayuda para visibilizar el caso y para ejercer presión sobre las autoridades; querían que cumplieran con su trabajo y no dieran el carpetazo habitual. “Ver todo lo anterior durante dos años de lucha en el juicio penal fue una de las principales motivaciones de hacer el documental”, asienta Omar, quien en La Voz ha realizado una serie de reportajes especiales y de investigación –tanto escritos como en videodocumental– sobre temas diversos. Otra razón, añade, fue más personal y profesional: “Fue dar un giro a la manera de informar los hechos y más cuando se trata de una pérdida. Trabajo en un medio de comunicación y como periodistas solemos informar un hecho desde las estadísticas, datos duros, declaraciones ya pensadas, muchas veces de manera superficial o meramente descriptiva. Creo que el periodismo actual cuenta historias, sin dejar de ser riguroso ni un trabajo comprometido”. En este punto, Omar señala, contundente: “Jessica González Villaseñor no es una estadística, es el caso de una mujer con nombre que tenía sueños y que formaba parte de una familia, que recién comenzaba a trabajar como maestra y no se le permitió continuar con el derecho más básico: el de la vida”. En poco menos de media hora, Lo dejaría todo por buscarte recoge duras imágenes de la madre Verónica Villaseñor, del padre Martín González y de los hermanos Cristo y Adrián, de sus otras y otros familiares, de su amiga Ana Jansin –cuyo testimonio fue fundamental en el proceso–; todas y todos ofrecen su testimonio con un dolor callado, amargo, a veces cansado. Hablan sobre el sentimiento de pérdida y también sobre la frustración de enfrentar un caso lento y muy complejo. “De ahora en adelante vamos a luchar porque se haga justicia”, dice el Martín González con voz doliente. Cabe decir que el apoyo moral y sentimental a la familia nunca decayó, porque desde las redes sociales la indignación se mostró por parte de mucha gente, especialmente de feministas y colectivos que tomaron las calles para demandar justicia y enarbolar la frase más sensible y terrible de los últimos años: “¡Ni una más!”. Así, el documental deja constancia sobre la manera en que la familia de Jessica enfrentó lo indecible en cada audiencia en los juzgados, a las truculencias legales de los abogados del feminicida y, quizá lo peor, tuvo que escuchar al propio Diego Urik declararse inocente ante la rabia y la impotencia de los deudos de Jessica. Un grito de justicia El objetivo principal del documental, apunta Omar Cuiriz, fue mostrar desde su trinchera la forma en que la familia –junto con las autoridades– había logrado comprobar quién fue el responsable de la muerte de Jessica. “El tiempo en que fue publicado el documental fue justo cuando Diego estaba siendo declarado culpable y había que evidenciar que los ojos de todos estaban puestos en el caso, cerrar toda posibilidad de que hubiera corrupción, omisión o lagunas legales que permitieran una condena mínima o la propia libertad del asesino”. Para Omar se trataba de “presentar de una manera resumida los dos años que duró el juicio en el que declararon varios testigos”. Y agrega: “Quise mostrar de manera visual lo que habían contado, intentando sensibilizar a quienes vieran el documental para que se unieran al grito de justicia”. El periodista y realizador considera que la familia de Jessica ha dejado “una gran lección a todos, de que con fuerza y apoyo puede lograrse la justicia –cualquier cosa que ésta sea–. Demostró que las marchas sirven; demostró que la unión familiar y social sirve; demostró que se puede vencer al influyentísimo, al dinero, al sesgo”. Y, más aún, Omar cree que cuando una familia pase por una situación similar podrá recordar este caso como “un ejemplo de cómo puede actuarse”. Finaliza: “También es un mensaje claro para quienes desvalorizan la vida del otro, y que sepan que pueden ser procesados y condenados”. El documental Lo dejaría todo por buscarte puede ser visto en la siguiente dirección de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=Bzrgzu5PBLk&t=1s Víctor Rodríguez, comunicólogo, diseñador gráfico y periodista cultural.