La caja de los sueños, una serie fotográfica disponible en el Centro Cultural Clavijero

En entrevista con La Voz de Michoacán, Gildardo Gallo comparte cómo fue que esta teoría lo inspiró a mostrar momentos claves de su vida a través del lente.

Yazmin Espinoza / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. ¿Quién dice que los sueños no se hacen realidad? Gildardo Gallo ha liberado los suyos en una caja en forma teatral para compartirlos con el mundo.

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La exposición “La caja de los sueños”, una serie fotográfica que se basa en la teoría de los septenios, tiene su hogar actualmente en la Sala 8 del Centro Cultural Clavijero (CCC), espacio en el que está disponible para su visita de forma gratuita hasta el próximo 25 de febrero de 2024.

La muestra se presenta bajo el concepto que emana de la doctrina Teosófica-Antroposófica, propuesta por el filósofo Rudolf Stainer a principios del siglo XX. En ella explica la encarnación que se forma gradualmente en distintos elementos del ser, y el desarrollo que se da desde la perspectiva de lo humano, lo físico, lo mental y lo espiritual en ciclos de siete años.

En entrevista con La Voz de Michoacán, Gildardo Gallo comparte cómo fue que esta teoría lo inspiró a mostrar momentos claves de su vida a través del lente.

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“Haciendo un camino psicológico tuve una especie de regresión y, a través de este proceso surgieron situaciones que marcaron mi vida en un antes y un después, por decirlo de algún modo y me dio mucha curiosidad así que estuve investigando quién era Rudolf Stainer, uno de los fundadores del pensamiento teosófico. Empecé a leer sobre la antroposofía, él habla de que el hombre vive en ciclos de siete años y empecé a notar que tenía mucha sincronía mi vida con su teoría. Así decidí hacer un trabajo personal, porque estaba intentando resolver una historia importante en mi vida, y la idea fue la de representar los septenios basados en historias personales”.

La Antroposofía de Rudolf Steiner es un sistema de pensamiento que aborda aspectos espirituales y filosóficos del ser humano, proponiendo un enfoque holístico y multidisciplinario para comprender la naturaleza humana y su relación con el cosmos.

“Me centré en los periodos de siete años y las situaciones que yo viví están sincronizadas con la teoría que él señala, así que me acuerdo de haber vivido cosas a los siete años, luego a los 14, cosas precisas que suceden y me cambian la vida. Y de ahí empieza un desarrollo constante y siempre en sincronía con los periodos de los que habla Stainer. Los momentos que yo plasmo ahí son las regresiones que tuve con la psicóloga”. 

Así, en esta exposición, Gildardo Gallo analiza cada una de las etapas de su vida, compartiendo sus miedos, sus dolores, sus conflictos internos, siguiendo el planteamiento de la propuesta del filósofo austriaco, contándonos así sus devenires desde el primer septenio hasta el séptimo septenio.

“Fue una experiencia bastante sensible, es la primera vez que hablo de una historia personal tan profundamente. Siempre hablo de cosas que me interesan, pero no exactamente de mi vida. Ha sido un modo para sanar, de lo que hablo y las cosas que yo traía adentro. Y ha sido también una manera muy bonita de inspirar a alguien más a tratar de solucionar sus problemas”.

Cabe destacar que, en la Sala 8 de Clavijero, además de las imágenes, el visitante podrá encontrar texto que lo posicionará en el contexto de la teoría que da vida a la muestra, esto con el objetivo de que pueda conectar de manera más sencillas con las fotografís que creó Gallo.

“En la exposición hay mucho texto también, se compone de textos e imágenes porque me parecía importante explicar la teoría de los septenios. Aparte porque él nunca sacó libros así que toda la información que conseguimos fue a través de personas que lo aprendieron de él, así que hubo mucha búsqueda a través de psicólogos, consteladores y gente que estaba interesada en el tema. Al lado de cada fotografía además se explica lo que fue mi vivencia para que se haga la conexión con la imagen y sea sencillo llegar a la parte fundamental del contenido”.

Gildardo asevera, además que, desde su inauguración, han sido varias las personas que le han comentado se sienten identificados con estos períodos de siete años con momentos que han marcado su vida, lo que le hace constatar una vez más que el arte siempre se trata de compartir inspiración.

“Ha sido muy retroalimentativo, ha sido un proyecto que me ha dejado mucho, no solo por lo que es la muestra, sino por la respuesta de las personas. La historia la puedes entender y cómo, aunque esté hablando de mi mismo en este proyecto, en realidad lo estoy haciendo también del mapa del ser humano. Todos tenemos altos y bajos y a veces, cuando estamos abajo, nos preguntamos por qué nos está pasando esto. Tener un mapa de la biología de la vida del ser humano ayuda a aclarar y a vivir con más ligereza los momentos de drama y, sobre todo, el poder que tenemos como seres humanos para superar todas estas situaciones”.

El autor de los sueños: Gildardo Gallo

Nació en Guadalajara, México en 1970, se formó profesionalmente como diseñador gráfico. Más tarde, descubrió la fotografía y debe decir que fue amor al primer "Click". A principios de los años 90's, se mudó a la Ciudad de México para estudiar en la Escuela Activa de Fotografía, una escuela enfocada en la fotografía creativa y documental, más que comercial.

Con el tiempo y después de experimentar con diferentes géneros fotográficos, entendió que su verdadero interés es la fotografía onírica. Llegó a Italia a finales de los años 90's y en el 2003 fundó "Zona-X", un espacio dedicado al desarrollo creativo de la imagen. Siempre atento al comportamiento humano y a su aspecto psicológico, desde el principio de su trayectoria en el campo de la fotografía, se interesó por el retrato, curioso de observar cómo las personas se comportan frente a la cámara fotográfica (o más bien, cómo nos comportamos cuando somos observados).

Fascinado por la psicología humana, su psicosis y, sobre todo, la gran fuerza que el ser humano tiene para superar los dramas de la vida. En sus proyectos habla de ello con un lenguaje que a menudo combina la psicosis con la estética, logrando así una manera refinada de abordar temas de gran profundidad y no simples de representar. También intenta contar su historia y reconocerse a través de su trabajo, construyendo escenas que representan de alguna manera algunos momentos de historia vivida.

Sus proyectos oníricos siempre hablan del ser humano, de sus miedos, sus dolores y, sobre todo: sus conflictos internos.