La historia de los libros en México: una odisea cultural de conocimiento y transformación

El 12 de noviembre se celebra el Día Nacional del Libro, una fecha que además conmemora el natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz.

Fotos: Especial

Mara Rahab Bautista López

Cada 12 de noviembre se celebra en México el Día Nacional del Libro, esta fecha fue instituida por decreto presidencial en 1979, se eligió el nacimiento de Sor Juana Inés de la Cruz (1651), defensora al derecho de leer, figura entregada a los libros y el fervor por el saber, para conmemorar este día.

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El libro es considerado un instrumento de transmisión cultural en la historia de la humanidad, que aún incluso con las nuevas tecnologías, sigue siendo una herramienta fundamental  para el desarrollo de cualquier persona o sociedad.

La lectura no sólo proporciona información sobre determinados tópicos, es un instrumento primordial del crecimiento y progreso de las poblaciones pues a través de ella se educa a los ciudadanos, se crean hábitos de reflexión, análisis, esfuerzo, concentración, se recrea, entretiene y se fomentan valores.

Fue el 12 de noviembre de 1980 cuando se celebró por primera vez el Día Nacional del Libro. Por otra parte, Sor Juana Inés de la Cruz. Obras escogidas se convierte en el primer libro editado con el propósito de abrir esta conmemoración. Los libros conmemorativos son ediciones no venales y se regalan en distintos puntos como librerías, bibliotecas o centros de cultura de todo el país, su edición está a cargo de la  Asociación Nacional del Libro, A. C. (hasta 1995 Asociación Nacional de Libreros)  y es tradición publicar año con año un volumen antológico del autor homenajeado. [1]

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México, un territorio en el que convergen diversas culturas y tradiciones, ha visto florecer y transformar el mundo de los libros a lo largo de su rica historia. Desde los enigmáticos códices prehispánicos pasando por el libro objeto, las publicaciones alternativas hasta el libro digital, la historia de los libros en México es un viaje fascinante que refleja la diversidad y la complejidad de esta nación.

Mucho antes de la llegada de los europeos, las civilizaciones precolombinas de México, como los aztecas y los mayas, empleaban sistemas complejos de escritura plasmados en códices, manuscritos hechos de papel de corteza o pieles de animales. Estos códices, que abarcan temas desde la astronomía hasta la mitología, son tesoros históricos que ofrecen una visión única de la cosmovisión prehispánica.

Dando un paso gigante en el tiempo, con la llegada de los españoles en el siglo XVI, se introdujo la imprenta en México. ¡Aquí llegó la primera imprenta en América Latina! Esta fue establecida en la Ciudad de México en 1539 por Juan Pablos, a través de esta innovación, los libros comenzaron a producirse en español y en lenguas originarias, lo que facilitó la difusión del conocimiento religioso, cultural y científico. Durante este período, las bibliotecas monásticas se convirtieron en guardianes del saber, preservando textos fundamentales de la época.

Ya en el siglo XIX, época de agitación política y cultural en México y con la lucha por la Independencia contra España y, posteriormente, la Reforma Liberal, influyeron en la literatura de la época. Autores como José Joaquín Fernández de Lizardi, con su influyente obra "El Periquillo Sarniento", marcaron el inicio de la novela mexicana. Este período también vio la creación de periódicos y revistas, que se convirtieron en vehículos para las ideas políticas y sociales.

El siglo XX fue testigo de una revolución política y social en México. La Revolución Mexicana inspiró a escritores como Mariano Azuela, cuyas novelas capturaban la complejidad del conflicto y sus consecuencias en la sociedad. La creación de instituciones como el Fondo de Cultura Económica en 1934 y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en 1988, proporcionaron un apoyo crucial para la producción y difusión de libros en México.

En la era digital actual, México se enfrenta a nuevos desafíos en el mundo del libro. La tecnología ha transformado la forma en que leemos y accedemos a la información. Librerías en línea, libros electrónicos y plataformas digitales han ganado popularidad en un intento de democratizar el acceso a la lectura. Sin embargo, también existe la necesidad de preservar el patrimonio bibliográfico y fomentar la lectura en un mundo cada vez más digitalizado y sobre todo, el gusto enorme por las publicaciones impresas.

La historia de los libros en México es un testimonio de la perseverancia del conocimiento escrito a través de los siglos. Desde las antiguas tradiciones prehispánicas hasta la era digital contemporánea, los libros han sido faros de sabiduría, creatividad e identidad. Al comprender y apreciar esta historia, podemos celebrar el papel fundamental que los libros han desempeñado en la construcción de la sociedad mexicana y en la preservación de su vasto y diverso legado cultural. En un mundo cada vez más interconectado, los libros continúan siendo puentes que unen el pasado, el presente y el futuro de México y del mundo entero.

Los libros y la literatura son un tesoro cultural que nos conecta con diferentes épocas y culturas. Los libros nos permiten explorar mundos desconocidos, vivir aventuras emocionantes y conocer a personajes que nos inspiran. Celebrar el Día del Libro no solo es una oportunidad para recordar la riqueza de nuestra herencia literaria, sino también para promover la alfabetización y el acceso igualitario a la educación. Los libros son herramientas poderosas para combatir la desigualdad educativa, cultural y la intolerancia, ya que nos exponen a diferentes perspectivas y nos enseñan a cuestionar nuestras creencias.

En un mundo cada vez más digital, donde la información se consume de forma rápida y superficial, el Día del Libro nos recuerda la importancia de sumergirnos en la profundidad y complejidad de las palabras escritas. A través de los libros, podemos explorar temas complejos y reflexionar sobre cuestiones profundas que nos ayudan a crecer como individuos y como sociedad.

Celebrar el Día del Libro no es simplemente una tradición, sino un recordatorio anual de la importancia perdurable de la literatura en nuestras vidas. Nos invita a apreciar la belleza de las palabras, a valorar el conocimiento que los libros nos ofrecen, y a reconocer el papel vital que desempeñan en la construcción de un mundo más educado, tolerante y compasivo, también nos recuerda la gran producción editorial del país, su autoras y su ecosistema.

Sor Juana Inés de la Cruz, y su relación con este día

Hablemos un poco de Sor Juana Inés de la Cruz porque será su cumpleaños.  Es una de las figuras literarias más destacadas del Siglo de Oro en la literatura española, fue una poeta, dramaturga y monja mexicana del siglo XVII. Su vida y obra son un testimonio poderoso del poder del conocimiento y la pasión en una época donde las mujeres tenían derechos intelectuales limitados.

Nacida en 1648 en México, Sor Juana demostró un intelecto prodigioso desde temprana edad. Su deseo insaciable de aprender y su amor por las letras la llevaron a dedicarse al estudio a pesar de las restricciones impuestas a las mujeres de su tiempo. Ingresó al convento de San Jerónimo, donde pudo continuar su búsqueda del conocimiento y desarrollar su talento literario.

Sor Juana fue una escritora prolífica cuyas obras abarcan temas que van desde el amor y la naturaleza hasta cuestiones filosóficas y religiosas. Su poesía se caracteriza por su profunda introspección y su habilidad para expresar emociones complejas con palabras simples pero poderosas. Además, fue una defensora apasionada de los derechos de las mujeres y una crítica mordaz de las normas sociales y religiosas que limitaban su libertad.

A través de su escritura, Sor Juana desafió las expectativas de género de su época y se convirtió en un símbolo de resistencia intelectual. Su obra más conocida, "Respuesta a Sor Filotea de la Cruz", es un brillante alegato en defensa del derecho de las mujeres a estudiar y participar en debates intelectuales.

El legado de Sor Juana Inés de la Cruz perdura en la actualidad. Su valentía para desafiar las normas sociales y su dedicación al conocimiento la han convertido en un ícono feminista y un ejemplo inspirador para las generaciones futuras. A través de sus escritos, continúa iluminando el camino para todos aquellos que luchan por la igualdad y la libertad intelectual.

En conclusión, Sor Juana Inés de la Cruz es una figura extraordinaria cuyo impacto en la literatura y en la lucha por los derechos de las mujeres sigue siendo relevante en la actualidad. Su valiosa contribución al mundo de las letras y su valentía para desafiar las restricciones impuestas por su género la convierten en un símbolo perdurable de resistencia y sabiduría en la historia de la humanidad y que alegría que el Día del libro se junte con su cumpleaños.

¡Vivan los libros, viva Sor Juana!


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