Ireri Rodríguez La representación artística funciona a partir de diversos códigos cuando se trata de mostrar el arte de lo cotidiano, evolucionando de manera asombrosa hacia distintos campos del saber; es el caso del artista Jesús Jiménez quien ha experimentado primero a través de la fotografía y ahora, desde la instalación en su más reciente exposición “Metaesquemas numéricos”, que tiene como sede el Centro de las Artes Hélio Oiticica, en Río de Janeiro, Brasil. Jesús Jiménez es un artista moreliano con dos formaciones disimiles y a la vez tan complementarias: las finanzas y las artes. Cuenta con un Máster en Artes Visuales en el London College of Communication, y a la vez es graduado en Finanzas por el Instituto Tecnológico de Monterrey, por lo que en el desarrollo de su vertiente artística se ha empeñado en mostrar los significados intrínsecos que guarda el dinero en la sociedad, las actividades relativas al comercio, el registro de las ventas, ingresos, sumas y restas que pasan a través de los dispositivos móviles antiguos, permitiendo realizar cálculos aritméticos pero también, a través de ellos se van apilando horas de trabajo, tiempo y vidas enteras que se pasan detrás de un mostrador o de una caja registradora. Aquí en Morelia, conocimos de la obra de Jiménez, “Anagramas matemáticos” expuesta en el Centro Cultural Clavijero (2017), a través de videoinstalaciones, además de procesos artesanales vinculados al textil, nos acercamos al objeto de su obra, la acumulación del dinero ya sea en pesos mexicanos o en dólares, y su significado para Michoacán, a partir de las remesas enviadas por los trabajadores desde los Estados Unidos. El registro de billetes apilados incitaba a reflexionar sobre las operaciones comerciales y el sentido de la vida, analizada por medio de dispositivos que invitan a la representación artística. Metaesquemas numéricos, ahora desde Brasil En palabras del curador y crítico de arte, Daniel Garza Usabiaga: “En un texto de 1972, Oiticica escribiría que los Metaesquemas han sido una ‘disección obsesiva del espacio’ y ‘un espacio sin tiempo: lagunas en el plano silencioso’. La serie Metaesquemas numéricos de Jiménez está relacionada con un objeto asociado a establecimientos comerciales, como el supermercado: una calculadora impresa en papel. Una vez que el artista se apropia de este aparato y lo saca de la órbita de su uso habitual (como objeto asociado a la rendición de cuentas precisa y clara, y también algo prosaico), demuestra su potencial plástico. La lógica del juego a la que tanto apela la obra de Jiménez se aprecia en la perspectiva inversa que le da a esta máquina. Con ella no realiza operaciones matemáticas, sino que despliega una serie de códigos, metaesquemas o algritmos personales que, a través de las distintas funciones y repeticiones que permite la calculadora, acaban asemejándose a una poesía visual. Con obras como estas, el artista traza una línea con algunas piezas clásicas de poesía visual realizadas en máquinas de escribir por artistas como Mathías Goeritz. Sin embargo, y contrariamente a este caso histórico, en otras piezas de la serie de Jiménez se aprovecha las distintas tintas que ofrece el sumador para acumular números, uno encima de otro, favoreciendo la mancha sobre la línea. Este tipo de esquemas numéricos -como Algorithms I, II, III (2016) y Notes from a Negotiation (2016) – ofrecen una poesía visual que resuena con cuestiones pictóricas. Esta tendencia reforzada por el artista en otras piezas, en las que manipula digitalmente algunos papeles numerados para dar la apariencia de gotas de tinta, similar a las manchas que suelen aparecer en los extremos de los rollos de papel que se utilizan en estas calculadoras. En Metaesquema I (2023), por ejemplo, este flujo en la pared le da a la imagen un cierto carácter siniestro. Si bien Jiménez imprime ampliaciones de las imágenes digitalizadas de Metaesquemas numéricos, la escala original de estas piezas las ubica en un terreno particular, próximo a la miniatura, que requiere una atención diferente. Al acercarte a estas pequeñas piezas, descubres el tiempo difícil de calcular, el tiempo en un parche creado por una suma de números, el tiempo del trabajo infinitamente perdido en su multiplicidad”. Sobre el Proyecto Hélio Oiticica El Centro Municipal de las Artes Hélio Oiticia de Río de Janeiro en Brasil, cuenta con varias salas de exposiciones temporales, además de mostrar la obra permanente de uno de los artistas brasileños más innovadores del siglo XX, Hélio Oiticica (Río de Janeiro, 1937 – 1980), actualmente reconocido como una de las figuras clave en el desarrollo del arte contemporáneo. El proyecto que ha acuñado permite realizar cada año una convocatoria con el objeto de intervenir el espacio con artistas visuales, músicos, poetas, escritores y artistas escénicos. La obra de Oiticica es penetrante y participativa, y con este proyecto se le rinde un homenaje a su legado para seguir interviniendo este espacio y compartiendo con la sociedad, desde este centro cultural. El artista estadounidense Richard Serra fue uno de los primeros en intervenir este espacio, en donde algunas de las obras exhibidas se muestran de forma permanente. Jesús Jiménez fue uno de los artistas seleccionados en esta primera convocatoria, con su trabajo “Meta esquemas Numéricos”, y permanecerá expuesta hasta el 29 de julio de 2023. ¿Quién es Jesús Jiménez? Nació en Morelia, Michoacán en 1978Fue seleccionado para la beca de residencia en Artes en la FAAC, Sao Paulo, Brasil en 2019.Ganador en la Bienal Nacional Alfredo Zalce, en pintura y gráfica, México 2020.Seleccionado como artista y curador de la XIV Bienal FEMSA, México 2020.Ha expuesto su trabajo en Nueva York, Los Ángeles, Houston, Londres, Valencia, Santiago de Chile, Tokio, Berlín, Río de Janeiro, San Sebastián, así como en varias ciudades de México.Su trabajo ha sido publicado internacionalmente, siendo incluido en la Revista Prefix, editada por el Instituto de Arte Contemporáneo de Toronto y la Revista Alaska, de Londres.Fue investigador y residente en artes, en el Grimm Museum de Berlín (2011), en Arteles, Finlandia (2015) y en Uber Bas House, Sao Paulo (2018).En 2019 publicó su primer libro LUDENS, editado en la Ciudad de México por Textofilia, Editores. Ireri Rodríguez, dedicada al periodismo cultural desde hace más de veinte años. Se dice orgullosa de sus raíces purépecha, así como de su nombre que, la define: “soy de aquí” es su significado.