Sobre la alegría del padre y el miedo a perderlos

“La mujer me tocaba la cabeza cada tanto sin decirme nada, por momentos deslizaba la mano por mi pelo como una caricia. Un drogadicto me había quitado una madre y ahora un par de toros se comerían a mi padre. Vislumbré mi destino en la total orfandad o con esa señora como mi nueva mamá” -La alegría del padre

Foto: Redes

Yazmín Espinoza colaboradora de La Voz de Michoacán

El mayor miedo de las personas es, quizá, la pérdida de aquellos a quienes amamos, puesto que no concebimos el mundo sin ellos. Este miedo es uno de las heridas que carga Abigaíl, la protagonista de la historia de “La alegría del padre”, lamentablemente, desde muy pequeña se vuelve experta en el arte de perder.

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La joven Abigaíl, adolescente lúcida, locuaz, irreverente, impulsiva e incluso entrañable, que acaba de cumplir 18 años, se entera que, a su padre, médico de profesión y dedicado a su cuidado y protección, le ha sido diagnosticada una enfermedad mortal que requiere terapias diarias por un periodo determinado.

A partir de ese momento, esta adolescente furiosa, desenfadada y vivaz nos enternecerá con sus recuerdos de infancia, sus emociones intensas siempre cambiantes, sus ganas de pertenecer y entender un mundo que le fascina y le intimida, y al que no siempre sabe muy bien cómo acercarse. En tanto, larelación con su padre se va hilando entre suturas, a veces temblorosas, pero con la certeza del amor como telón de fondo.

“Vivir y morir son los dos grandes mandatos de la vida, pero vivirla con alegría no lo es. Tal vez sea aún más raro un padre que vive con alegría el paternar solo a su hija. Pero cuando ella, Abigaíl Ángeles, protagonista de esta hermosa novela, nos cuenta su historia agradecida con el árbol que la crio, hace nuestra también la alegría del padre”, dice la escritora Brenda Lozano sobre la novela que el año pasado lanzó al mercado Didí Gutiérrez, quien ya había incursionado en el mundo editorial previamente a través de la antología “Las elegantes”.

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La escritora y editora Didí Gutiérrez (Ciudad de México, 1983) cuenta que comenzó a escribir La alegría del padre (Alfaguara), su primera novela, en 2016, la tarde en que a su padre le anunciaron que, tras haberle extirpado un tumor meses atrás, debía volver a sus radioterapias. Así pues, sospecho que es esta historia es el resultado de un ejercicio de compañía y comprensión.

“Tratamos todo. Todo. Y parece que no nos damos cuenta que en realidad estamos atrapados en nosotros mismos: que estás cartas que están en juego son sólo otro intento más de estabilidad y comprensión de la angustia propia. Que inconscientemente estamos saliendo a flote para observar con algo de claridad lo que viene, ese futuro inminente. Que ese temor a vivir la vida sin el otro desaparecerá, tarde o temprano, entre las profundidades de un sentimiento que el tiempo sabrá convertir en alegría”.

A mediados del año pasado Didí visitó tierras morelianas para presentar esta novela, ocasión en la que pude platicar con ella sobre su inspiración para la historia que, según me contó, fue el hecho de que no veía en el escenario literario mexicano un libro que hablara sobre una relación como la que ella tenía con su padre; una buena.

Y es que, lamentablemente, en México la tasa de abandono paterno es una de las más altas del mundo, realidad que se ve reflejada, claro, en las historias que son publicadas. Así, historias de madres liderando familias, heridas de la infancia y problemas paternales con varias generaciones, son las que suelen estar descritas en las novelas. Didí no quería eso. Ella quería que el cuidado, el respeto y el amor fueran los protagonistas de la historia en la que, su papá era ese super héroe que las niñas admiran al crecer.  

Esta relación, sin embargo, se da en la novela con base en un abandono diferente, es más, de muchos, de pérdidas. Entre estas, la primera y tal vez la más dolorosa, es quizá la de su madre, que luego la lleva a perder amistades, y expectativas también de vida. Mientras va creciendo, Abi va perdiendo más cosas, algunos afectos, su ingenuidad y, finalmente, la salud de su padre, esa figura que ha sido su roca durante toda su vida.

“Didí Gutiérrez escribe este libro como una especie de conjuro o sortilegio, para atrapar la existencia del padre, para que pueda traerle de regreso y quedarse con esa historia de amor que vivieron, de manera que La alegría del padre se quede por siempre con ella, así como en sus lectores”, escribió sobre la historia una lectora en la plataforma Goodreads, y creo que hay pocos comentarios que resuman tan bien una experiencia literaria.

La alegría del padre es entonces una hermosa novela que pone en presente la convivencia de una hija con ese hombre al que algunas veces desconoce, con el que muchas otras se ríe y en ocasiones, muy pocas, se molesta. Un amor profundo, con el lenguaje de una chica cuya única opción será crecer.

Didí Gutiérrez (Ciudad de México, 1983) es editora, periodista y escritora. Estudió Comunicación en la UNAM y Creación Literaria en la SOGEM. Obtuvo la beca Jóvenes Creadores Fonca, en cuento y novela. En 2019 ganó el I Premio de Crónica Breve Carlos Monsiváis. Sus textos se han publicado en Gatopardo, Letras Libres, El Cultural, Casa del tiempo, La Tempestad,Hoja Santa, Revista de la Universidad y en las antologías Cromofilia (Ediciones Eon, 2010), No te dejaremos ir (Producciones Salario del Miedo/UANL, 2020) y Materna (Fondo Blanco, 2022). Fue reportera cultural en el periódicoReforma y editora en la revista Picnic, también coordinadora editorial en Sexto Piso. Es cofundadora y coeditora del fanzine sobre moda y humor Pinche Chica Chic. Su primer libro de cuentos, Las Elegantes, se publicó en 2021 por Paraíso Perdido. La alegría del padre es su primera novela.


Datitos del libro:
Autora: Didí Gutiérrez  
Editorial: Alfaguara
Año 2023
Páginas: 224

Sobre Yazmin Espinoza
Comunicóloga enamorada del mundo del marketing y la publicidad. Apasionada de la literatura y el cine, escritora aficionada y periodista de corazón. Mamá primeriza. Lectora en búsqueda de grandes historias.
Instagram: @historiasparamama