Dante Martínez Vázquez colaborador de La Voz de Michoacán Este jueves se conmemoran 502 años de la llegada de Cristóbal de Olid a Michoacán, enviado por Hernán Cortés para que tuviera un diálogo con el entonces gobernante del imperio Purépecha, Tzintzicha Tangaxoan, y en conmemoración a dicho evento, te hablamos sobre la ruta que tomó el caballero nacido en Linares, Andalucía, España para finalmente encontrarse con el “gran rey similar a Moctezuma” del que Cortés se había enterado. Hay que recalcar, que los españoles se enteraron de la existencia del gran imperio Purépecha durante el asedio de Tenochtitlan, cuando un español de apellido Porrillas o Parrillas fue contactado por un grupo de Otomíes cercanos al valle de Toluca quienes le avisaron que más hacia el occidente, existía otro gran señor con riquezas y poder similar al de Moctezuma; por lo que rápidamente la información le llegó a Hernán Cortés quien, después de su triunfo en Tenochtitlan, comenzó a enviar varios emisarios para hacer contacto con aquel gran reino del que tenía noticias; siendo sus soldados Antón Caicedo y Francisco Montaño los elegidos para viajar al reino de Mechuacan, como era conocido por los Mexicas, donde los primeros acercamientos con el Irécha Tzintzicha Tangaxoan no fueron muy amistosos, a pesar de que Cortés envió a sus soldados con una propuesta de paz. Fue así que en 1522, Hernán Cortés envió una expedición militar hacia Michoacán, a cargo de Cristóbal de Olid, un caballero que rápidamente se ganó la confianza de Cortés durante la conquista de México Tenochtitlán; además, según diversas fuentes, poseía también grandes habilidades políticas y diplomáticas, por lo que Olid, encomendado con un mensaje de paz, marchó hacia la gran ciudad de Tzintzuntzan, acompañado de otros 200 soldados españoles y miles de guerreros Tlaxcaltecas y Mexicas. Olid salió de México Tenochtitlán con su ejército hasta llegar al valle de Toluca, donde cruzó las primeras guarniciones militares Purépechas ubicadas en Ixtlahuaca; de ahí no queda del todo claro exactamente la ruta que tomó Olid para llegar a lo que hoy es territorio del actual estado de Michoacán, ya que por un lado, pudo haber tomado la ruta del sur para llegar hasta lo que conocemos como Zitácuaro y cruzar la población de Tuxpan; o irse por el norte pasando por las poblaciones de Altacomulco y Maravatío hasta finalmente bajar a la que fue la ciudad de Taximaroa (hoy Ciudad Hidalgo, Michoacán). Foto: Pueblos Originarios Taximaroa fue la primera gran ciudad de la que se tiene conocimiento a donde Olid arribó con su enorme ejército; la población era de por sí ya famosa por tratarse de una ciudad fortificada por una kilométrica muralla de madera, además de que fue una de las ciudades más densamente pobladas del imperio Purépecha. El recibimiento hacia Olid en esta ciudad pareció ser no muy amistoso, pues habla de acontecimientos que hacen pensar en un breve enfrentamiento bélico, pues se dice que Cristobal de Olid accionó sus cañones en contra de la muralla, que se quemaron algunos de los templos de la ciudad y que cuando Don Pedro Cuinerangari (emisario de Tzintzicha Tangaxoan) se encuentra con Olid, la ciudad estaba desolada y con evidencias de destrucción; además de que Olid no regresó a Tenochtitlán con sus soldados españoles. Cuinerangari y Olid hablaron, y Olid reiteró que no venía a traerle guerra al gobernante de Michoacán, por lo que se le otorgó poder proseguir en su camino hacia Tzintzuntzan. La Relación de Michoacán menciona que Olid pasó por Indaparapeo, en donde ya había un ejército de 8 mil guerreros listo para enfrentarlo; sin embargo, por las ordenes de Cuinierangari, le otorgaron el paso libre, hasta que llegó al pueblo de Hetoquaro (hoy Tarímbaro, Michoacán), donde de nueva cuenta, Olid se encontró con otro ejército dirigido por el capitán general de guerra de nombre Tashauco (o también llamado Huitzitziltzin), quien era además el hermano de Cuinerangari; no obstante, Don Pedro le dijo a su hermano que tenía órdenes de Tzintzicha de dejarlo pasar directo hacia Tzintzuntzan, por lo que Olid se dirigió a las comunidades de Xenguaro (Capula), Cocupao (Quiroga), hasta finalmente arribar a la ciudad de Tzintzuntzan. Dante Martínez Vázquez, licenciado en Arqueología por la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Colaborador de los proyectos PAPAPCSUM y REPIMTAR del centro INAH, Michoacán. Actualmente cursa la maestría en Historia en la facultad de Historia, de la UMSNH. Email: Dante_dalton@outlook.com Academia.edu / Dante Martínez Vázquez
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