La cultura azteca, entre las más influyentes de la historia de la Humanidad

En tierras mexicanas, hubo una civilización nómada y habituada a la caza que dejó un importante legado que perdura entre nosotros seis siglos después: los aztecas.

La historia de la Humanidad está repleta de culturas y civilizaciones que han hecho aportaciones de tal importancia que siguen teniendo impacto hoy en día, en la actualidad. La sociedad, la política, la alimentación o el entretenimiento no serían como son si estas maneras de hacer no hubieran dejado huella hace miles de años atrás. Originaria de México, la cultura azteca es un ejemplo de ello, pero no es la única. La acompañan un buen grupo, que a continuación entraremos a repasar, como la maya, la inca, la egipcia, la china, la mesopotámica, la griega o la romana.

Todas estas culturas han llegado a nuestros días no solamente en forma de festividad y tradiciones, sino que también han servido de inspiración para varios productos creados de manera íntegra en la era digital. Algunos casos de lo comentado son la trama de videojuegos top ventas en consolas, el punto de partida para algunas de las series más vistas en las plataformas digitales o motivos de ambientación original para títulos en los catálogos de las máquinas de casino relacionadas con la oferta de las tragamonedas. Son varias las opciones de entretenimiento que han bebido de culturas milenarias que siguen presentes.

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Legado de Latinoamérica para el mundo

En tierras mexicanas, hubo una civilización nómada y habituada a la caza que dejó un importante legado que perdura entre nosotros seis siglos después: los aztecas. Dos de sus aspectos diferenciadores fueron la visión de la economía, con el pago de tributos en especies; y la alimentación, capaces de cultivar en condiciones geológicas muy complicadas y con una extensa variedad de productos. También tuvo mucho impacto la religión, que influenciaba todos los aspectos de la vida y se basaba en cinco dioses. De esa creencia aparecieron obras arquitectónicas como templos y formas de expresión artística como la cerámica.

También ocupando gran parte de Centroamérica cabe destacar la importancia de la civilización maya. Se ubicaban sobre todo en las selvas y uno de los principios de su sociedad, que está en la actualidad a la orden del día, es la conservación de los recursos naturales. Otra particularidad eran las construcciones en formas de pirámide como la de Kukulkán que, a diferencia de los egipcios que luego comentaremos, usaban como altar para sus dioses y no como tumbas. Otro aspecto por el que trascendieron fue por su conocimiento de la astronomía y el sistema de división de tiempo por el que abogaban, el calendario maya.

El tercer pilar es, como no podía ser de otra manera, la cultura inca. Uno de los puntos sorprendentes se daba en materia de construcción, donde las diferentes piezas no estaban unidas por una especie de cemento o barro, sino que se encajaban de manera efectiva para que aguantasen lo mejor posible el paso del tiempo. Rindiendo culto al Sol consiguieron establecer un calendario para las cosechas muy parecido al actual, también dividido en doce partes. Finalmente, a modo de curiosidad, podemos señalar que fueron los grandes descubridores del chocolate y de la patata, dos de los alimentos más usados.

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Grecia y Roma: la importancia de Europa

Si hablamos de la civilización griega, son miles las referencias que podemos encontrar en la actualidad y que no difieren tanto de aquel entonces. Es considerada como el origen de la cultura europea tal y como la conocemos, y destacaron en muchas áreas de conocimiento. Por ejemplo, inventaron algunas de las corrientes filosóficas y teorías matemáticas que todavía hoy están vigentes. También es de especial mención la aportación política con el sistema democrático, la creación de los Juegos Olímpicos y de una mitología que plasmaron mediante el arte.

Es imposible no nombrar la cultura romana en este artículo. Con más de quince siglos de historia, dejaron un legado del que todavía muchos bebemos. Sin ir más lejos, muchas de las lenguas que se hablan en el mundo tienen como origen el latín, así como el alfabeto y el sistema de números actual. Más allá de religión y arte, fueron los grandes inventores del Derecho y de términos políticos como república, dictadura o senado. Finalmente, el calendario actual tiene como padre al emperador romano Julio César.

África, Asia y su influencia en la actualidad

Si antes hemos hablado de pirámides como modo de rendir culto, el Imperio Egipcio es el rey absoluto. Sus construcciones y su mitología han pasado a la historia. Pocos saben que la cultura egipcia fue la cuna de la escritura con los jeroglíficos y formas hieráticas. También hacían uso de las matemáticas y de operaciones básicas para aprovechar los cultivos de las tierras del Nilo, y fueron uno de los principales interesados por la medicina y el hecho de buscar la causa de las dolencias de sus habitantes.

Sin alejarnos demasiado de la zona, la cultura mesopotámica también ha influenciado y dejado un legado de suma importancia. Su sociedad estaba basada en unos códigos morales que, a posteriori, plasmaron en leyes escritas de obligado cumplimiento. Guardan muchos paralelismos con la cultura egipcia como el interés por la escritura y la medicina. En lo que son únicos es en dos puntos que han transformado la sociedad desde su aparición: la creación del dinero (unos anillos que tenían como fin simplificar trueques) y la invención de la rueda, toda una revolución para el transporte de productos y personas.

Y terminamos con la cultura milenaria de la Antigua China. Fueron inventores de productos tan diferentes como el papel, la seda o la pólvora, pero destacaron sobre todo por sus conocimientos de ingeniería que demostraron con la construcción de la Gran Muralla, de más de 6,000 kilómetros. Entre sus grandes descubrimientos, podemos mencionar la metalurgia, pudiendo fundir objetos de hierro muy pesados; o los intercambios comerciales, como demostraron con la Ruta de la Seda, exportando sus productos e importando aquellos de los que no disponían.