“La Mula,” el regreso de Clint Eastwood

En mi familia sabemos que Clint Eastwood es garantía y nuevamente no te va a decepcionar. Es hora de quitarme el sombrero , pues no sólo protagonizó y dirigió “La Mula” a la sorprendente edad de 88 años, sino que todavía es capaz de sorprendernos.

Foto: El Universal

El Universal/La Voz de Michoacán

En mi familia sabemos que Clint Eastwood es garantía y nuevamente no te va a decepcionar. Es hora de quitarme el sombrero ante este increíble vaquero, pues no sólo protagonizó y dirigió “La Mula” a la sorprendente edad de 88 años, sino que todavía es capaz de sorprendernos.

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Lo primero que hay que mencionar es que no deben guiarse por el trailer, pues La Mula no es la película que creen que verán. No es lo mejor de Clint Eastwood, tampoco lo peor, pero llega a ser encantadora, incluso en los momentos más decepcionantes.

Earl Stone es un padre ausente, adicto al trabajo que prefiere ir a una convención de jardinería que asistir a la boda de su hija. 12 años después, con su negocio en declive y una familia que no le habla, se ve en problemas financieros para vivir una vida digna y recuperar su hogar. Es hora de que Earl empiece a redimirse y lo primero que debe hacer es pagar el alcohol de la boda de su nieta.

Por fortuna, en la comida de ensayo de la boda, Earl se encuentra con un extraño que le ofrece trabajo para llevar un paquete desconocido a México en carretera. Y es ahí donde se convierte en mula para uno de los cárteles más grandes y mortales de México.

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Basada en el artículo de The New York Times, “La Mula de 90 años del Cartel de Sinaloa,” La Mula es un thriller cautivador, conflictivo y a veces una meditación divertida de cómo es que la gente se pierde tanto en su trabajo que no puede identificarse a sí mismo.

Foto: El Universal

Para ese fin, es muy fácil ver a La Mula como una película semi-autobiográfica de un viejo inmensamente rico que se niega a retirarse porque es más reconocido como cineasta que como padre; una conmovedora disculpa para la familia que nunca puso en primer lugar.

Pero también es una historia ridícula de varios viajes entretenidos en carretera y los momentos más ‘candentes’ que Eastwood ha puesto en pantalla sobre sí mismo… como 2 tríos diferentes. Y no… no es una broma.

Una vez que Earl empieza a trabajar para el cartel, la película cambia sin esfuerzo a velocidades más altas y mantiene la velocidad, incluso cuando la acción se reduce a una trama secundaria sobre agentes de la DEA (Bradley Cooper y Michael Peña) que planean una colisión evidente con nuestro héroe impredecible.

Lo que me gusta de la película es cómo Eastwood percibe la trama como una espada de doble filo. Le da significado real a las flores de Earl y un propósito genuino a la tarea de los agentes. Pero al mismo tiempo nos da un antihéroe que, a pesar de hacer lo que hace por las decisiones incorrectas, termina conmoviendo a la audiencia.

Por su parte, La Mula sufre por sus desvíos ocasionales y comparte los mismos puntos ciegos que su héroe. Si bien hay buenas razones para relegar a su familia, Eastwood reduce esos personajes a símbolos abstractos, y la reflexión intencionada desde el principio, se vuelve poco emocional y malentendida.

En conclusión, La Mula es una película rara porque no funciona donde debería y funciona donde no. Stone es una excelente mula porque hace las cosas a su impredecible manera, así como lo hace Eastwood en esta película. Si lo que buscas es algo dramático con una reflexión profunda sobre la justicia y la familia, La Mula no es para ti. Pero si sólo buscas un buen rato con nuestro simpático vaquero favorito, seguro te encantará.