Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacan. - En la actualidad, la Rosca de Reyes se erige como una tradición arraigada en México, aunque sus orígenes se remontan a la Edad Media en países europeos como Francia y España. Durante la conquista, esta costumbre se fusionó con la cultura mexicana, transformándose en un símbolo de celebración y espiritualidad. Lo que comenzó como la costumbre de compartir un pan redondo para simbolizar el fin de un ciclo y el comienzo de otro ha evolucionado con el tiempo. La forma circular de la rosca, que antes representaba un simple ciclo, ahora evoca la majestuosidad de una corona real. Las decoraciones de frutas cristalizadas, en lugar de simplemente adornar, sugieren las joyas incrustadas en las coronas reales, llevando consigo un simbolismo más profundo. Un elemento clave de la Rosca de Reyes es la figurilla que se oculta en su masa, representando al niño Jesús. Quien tenga la fortuna de encontrarla al cortar la rosca asume la responsabilidad de invitar a todos los presentes a disfrutar de tamales el 2 de febrero, en el Día de la Candelaria. Según la creencia, este gesto no solo implica un banquete, sino también atraerá abundancia y bendiciones a la persona que cumplió con este deber como padrino. En la esencia de esta tradición reside un recordatorio atemporal: incluso los monarcas más poderosos estaban al servicio del Niño Jesús, rindiéndole respeto y admiración por encima de sus grandezas y riquezas. Conexión con la historia cristiana y mexicana: La Rosca de Reyes tiene sus raíces en la historia de los Tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltazar. Montados en un camello, un caballo y un elefante, respectivamente, viajaron desde el Oriente guiados por una estrella hasta Jerusalén para adorar a un profeta recién nacido. Llevaron consigo ofrendas simbólicas: oro, incienso y mirra. Este encuentro, denominado epifanía, marcó el surgimiento de la tradición de la Rosca de Reyes. En México, la tradición dicta que quien encuentre la figura del Niño Jesús en la rosca debe cuidarla hasta el 2 de febrero, conocido como el "Día de la Candelaria". La madrugada del 6 de enero, el Día de Reyes, los niños reciben regalos, recreando la entrega de obsequios asemejando la visita de los Reyes Magos al Niño Jesús.