Redacción/La Voz de Michoacán Ciudad de México. Historias de prostitutas que se mataban entre si, una señora torturadora de niños, o un tipo que al preguntar a un editor cuánto pagaban por la noticia se descubre el saco y está sangrando y destripado, son recuperadas en el libro “Crímenes y Horrores en el México del siglo XIX”. Se trata de un trabajo del investigador Agustín Sánchez González, quien recoge textos e historias retomadas de diarios de época y lecturas de autores como Guillermo Prieto, Federico Gamboa, Juan de Dios Peza, Francisca Erskine Inglis de Calderón de la Barca, e incluso José Guadalupe Posada, sobre los crímenes que hubo en el siglo XIX, en esta ciudad. Es un libro que empieza a recoger las historias de crímenes del inicio de la nación mexicana desde 1820, dijo el también estudioso de la vida de José Guadalupe Posada, al tiempo que señaló que vivimos en un país tragicómico. Tenemos historias así, tragicómicas, como la de un señor que en el siglo XIX, observa que en un diario dice que se compran noticias de escándalo y amarillistas, y al preguntar cuánto pagan, un editor responde que depende la noticia. “Entonces se descubre su saco y se observa que le escurre sangre por todas partes y pregunta ¿Cuánto pagan por ésto? Es una historia trágica y cómica, pues el tipo está vendiendo sus tripas para la noticia”, refirió el investigador del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap). Entonces, señaló, esa historia es parte de la idiosincrasia mexicana, son testimonios vinculados incluso a Posada con sus hojas volante impresas por Vanegas Arroyo y que se vendían en la calle por toda la ciudad. En este texto corregido y aumentado se presentan a decir de su autor, hasta títulos como "La horrorosa historia, del horroroso hijo que mato a su horrorosa madre", o bien noticias raras, dignas del circo romano, como la lucha de un oso contra un toro, o la muerte de un diputado que cae un Jueves Santo en un Sanborns de la zona centro. Son historias de crímenes y corrupción; tenemos la historia de los Bandidos del Río Frio, que sí existieron y que estaban vinculados al asistente personal de Santa Ana y que sabían perfectamente donde iba el dinero que viajaba en transportes a Veracruz. Historias de caricaturistas como Escalante, que muere al caerse de una vía de tren, o como el secuestro del abuelo del monero Audifred, a quien sustraen en el Estado de México”, señaló. Comentó que la idea de este libro era recuperar estas historias para mostrar que un país que cambia pero no cambia. Es un importante recuento de las catástrofes cotidianas, de algunos hechos que fueron parte de las leyendas urbanas de México. Son historias que retomé guardó y que cuando surgió la oportunidad de hacer este libro, las recuperé. Es un libro que es el retrato del México del siglo XIX, el México oscuro que deseamos no existiera, con la diferencia de que hoy tenemos crímenes industrializados y masivos, y que están presentes en la vida mexicana”, concluyó.