Ciudad de México.- La Compañía Nacional de Danza y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes dejaron en claro la víspera que todo se encuentra listo para una nueva temporada del ballet clásico “El Cascanueces” en el Auditorio Nacional. Durante un ensayo de la pieza original de Marius Petipa (libreto), Lev Ivanov (coreografía) y Piotr Ilich Chaikovski (música), ambas agrupaciones del Instituto Nacional de Bellas Artes mostraron su capacidad para llevar esta pieza al escenario, lo que se ha vuelto una tradición de la temporada de diciembre. Ambas parte afinaron detalles y confirmaron sincronización sobre el escenario para buscar la perfección en la temporada de “El Cascanueces” en el Auditorio Nacional, que iniciará el viernes 16 de diciembre y finalizará el día 23 del mismo mes. Cabe destacar que debido al éxito, que ha implicado localidades agotadas para la temporada, el Auditorio Nacional anunció ayer apertura del segundo piso del foro a precios especiales, con el fin de que “nadie se quede sin ver este ballet”. El recinto recordó que para hacer realidad esta puesta en escena participan 80 bailarines que danzarán sobre 300 metros cuadrados, pero también un centenar de técnicos especializados que colocarán equipo por 50 toneladas. La pieza de ballet está basada en el cuento “El cascanueces y el rey de los ratones” (1816), de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, y posteriormente adaptado al francés por Alexandre Dumas. En 1891, Petipa propuso a Chaikovski realizar un proyecto para adaptar el cuento al lenguaje del ballet, labor que contó con la aportación en la coreografía de Ivanov. La obra se estrenó en diciembre de 1892 en el Teatro Mariinski de San Petersburgo. Ya en México, la obra se estrenó en 1980, en Monterrey, Nuevo León, y después llegó al Palacio de Bellas Artes, para celebrar su vigésimo aniversario, y posteriormente se montó en el llamado Coloso de Reforma, en 2001. "El Cascanueces" está dividido en dos actos: en el primero se cuenta la historia de “Clara”, niña que en vísperas de Navidad recibe de su padrino, “Herr Drosselmeyer”, un cascanueces con figura de soldado, objeto que provoca la envidia de su hermano “Fritz”. En el segundo acto se narra el paseo de “Clara” y el “Cascanueces”, quienes arriban al País del Azúcar, una insólita región donde desfilan diversos personajes que interpretan danzas de lejanas regiones. La aventura termina en una batalla entre el “Cascanueces” y el “Rey de los Ratones”, con todo y su ejército, de la que sale victorioso el primero, momento en el que se rompe el sueño que de todo ello vive “Clara”.