Ciudad de México.- El director escénico Damián Cervantes trabajó arduamente en un texto original del dramaturgo David Gaytán. Luego, en comunión con la compañía Vaca35 Teatro en Grupo, logró una extraordinaria puesta en escena de “Los equilibristas” que anoche inició temporada en el Teatro Benito Juárez. Empero, ni Cervantes ni Gaytán habrían logrado tanto lustre de no ser por el elenco: Mari Carmen Ruiz, Jyasú Torruco, Ronaldo Monreal, Damián Cervantes, Inés Peláez, Daniela Baltazar, Carlos Komukai, Sol Sánchez, Gabriela Ambriz, Francia Castañeda, Elizabeth Pedroza, Diana Magallón, Rafael Flores, Enrique Aguilar y Verónica Bravo. La pieza, que se presentará los viernes a las 20:00, los sábados a las 19:00 y los domingos a las 18:00 horas, hasta el 12 de junio próximo, narra una anécdota ficticia ambientada en los años de la “bola”. Sobre el escenario, “adelitas”, aristócratas, docentes y pueblo llano forman parte del cuadro que ilustra los años de un México bravo y anhelante de justicia. La trama gira en torno a un evento: Un joven zapatista debe suplantar a Emiliano Zapata “El Caudillo del Sur”, cada martes, y enfrentarse a Porfirio Díaz, o mejor dicho, a un impostor, al igual que él. Así, la obra presenta una serie de testimonios y entrevistas que plantean interrogantes sobre nuestra identidad y muestran una tesis sobre a la violencia. “Los equilibristas” reúne voces de personajes que vivieron en la época de la Revolución Mexicana, quienes sentados frente al espectador, hablan sobre los acontecimientos más relevantes en la historia de un pueblo en pleno levantamiento armado, a principios del siglo XX. Lo anterior hace que el público piense, reflexione y saque sus propias conclusiones. Tipificada como falso documental de la Revolución Mexicana, la pieza aborda de manera inteligente, con todas las exigencias del quehacer teatral y el rigor histórico, un panorama hipotético en el que los escenarios utópicos se vuelven reales y la idea de un oasis de paz en mitad de un caudal de incertidumbre se transforma en realidad. La historia tiene que ver con una anécdota en épocas de la Revolución que sucede en un pueblo perdido de México, y se reflexiona ahí acerca de la construcción de la memoria histórica, conformada de casualidades y errores. Se pone en tela de juicio toda la cuestión de la identidad, es decir, nuestro origen, de acuerdo con el director Damián Cervantes. Durante la representación, toda la carga teatral (diálogos y fuerza de construcción de la trama) recae en los actores: no hay entradas ni salidas, tampoco escenografías o grandes cambios de luces, sino que se entabla una conversación frente a frente entre los actores y el público, sin nada más que los rostros de los participantes en esa conversación. Vaca 35 es un ensamble de actores que nació en 2007. A lo largo de su vida artística ha realizado obras como “El loco amor viene”, “Casualmente”, “Uppercut”, “Lo único que necesita una gran actriz es una gran obra y ganas de triunfar”, “Ese recuerdo ya nadie te lo puede quitar” y “Cuando todos pensaban que habíamos desaparecido”. Todas de éxito. La agrupación ha sido ganadora del Premio Villanueva 2013, celebrado en La Habana, Cuba; el Gran Prix Laurel de Oro, y Mejor Director en el Festival MESS, realizado en Sarajevo, Bosnia y Herzegovina.