El Universal/La Voz de Michoacán México. Las más de 400 obras de la exposición Africamericanos, en el Museo Amparo, de la ciudad de Puebla, creadas por artistas de 16 países de América Latina, tienen en común la invisibilización y el blanqueamiento de las comunidades negras en la región, un proceso que se dio a lo largo de siglos y que hoy continúa. Y eso pasa tanto en México, como en Brasil, o en Argentina y en Colombia. “Me gritaron negra” repite una y otra vez en un video Victoria Santa Cruz. “56% de la población de Brasil se considera afrodescendiente, pero esa población es casi invisible en los espacios culturales”, apuntó el curador Claudi Carreras. “Durante la época de la esclavitud en Colombia, los esclavizados fugitivos usaron los peinados como mapas de escape”, escribió Liliana Angulo. “Brasil, ¿un paraíso para quién? El país fue y aún es considerado por las elites nacionales e internacionales como un inmenso depósito, donde las personas, la fauna y la flora están allí para ser explotadas”, escribió en la hoja de sala la artista Rosana Paulino. “Sólo desde el 31 de julio pasado México reconoció que tiene población afrodescendiente a nivel nacional (…) Hay un estereotipo del mexicano ideal, un blanqueamiento”, señaló el artista guerrerense Hugo Arellanes. “Cuando en México me dicen 'moreno' ya están usando una jerarquía”, planteó el artista Marton Robinson (Costa Rica/ EU). Esas voces son parte de la exposición Africamericanos o fueron testimonios de los artistas que participan en ella. El blanqueamiento y la invisibilización operan de muchas formas, algunas muy sutiles, otras más directas. La presentación de la exposición fue la ocasión para escuchar a algunos de estos jóvenes; varios crearon una obra mural, una pieza que suma mitologías de distintos países y su vínculo con África, así como relatos sobre la vida y la espiritualidad; aquí los artistas -originarios de Panamá y Oaxaca- generaron una obra que agrega a la pintura elementos de relieve con características similares a las de un collage. Lo que hacen el curador Claudi Carreras y los artistas, es investigar, evidenciar ese tipo de acciones, estrategias y comportamientos. Después, cada trabajo ha derivado en obras de arte. Este es un proyecto pionero, crítico, diverso, muy amplio en su reflexión acerca de la afrodescendencia en América Latina, que se concreta a través de la imagen. Africamericanos es una compleja muestra de esos procesos, una reiteración creativa. Contiene obras de 70 artistas contemporáneos. Ellos trabajan con la fotografía, el mural, el arte objeto, el arte efímero, la instalación, el videoarte, el archivo, la pintura, la artesanía. La muestra se vio Centro de la Imagen en 2018. Figuran obras de muy jóvenes, pero la investigación también va más atrás, hacia obras que en los años 70 ya evidenciaban no sólo la discriminación sino las respuestas a ésta. Ahí está por ejemplo el video “Me gritaron negra” de la peruana Victoria Santa Cruz, o las fotografías de viviendas urbanas de Fernel Franco, integrante del llamado Grupo de Cali. E incluso, la muestra va más atrás, y se nutre de archivos internacionales, como el de la Fundación Pierre Verger, el de Histórico del Instituto Moreira Sales que contiene fotografías de finales del siglo XIX cuando todavía había personas esclavizadas en Brasil (último país donde se abolió la esclavitud). También se aborda el tema a partir de archivos del Centro de la Imagen (donde en 2018 estuvo esta exposición) 9 y del Consejo Mexicano de Fotografía. Gerrero está en las fotografías de Yael Martínez son de las primeras, frente a una serie en blanco y negro de Maya Goded, “Tierra negra”; luego aparece Hugo Arellanes, con fotografía e instalación: “El polvito en tus zapatos”, que busca visibilizar rasgos de la cultura afroamericana de la Costa Chica, como objetos dancísticos, rituales, cotidianos. Hugo Arellanes habló en la presentación de que la invisibilización es palpable incluso en el tipo de infraestructura creada en regiones habitadas por comunidades negras: “Queremos un desarrollo según nuestra cosmovisión y relación con el medio ambiente”, recalco. Arellanes enfatizó la importancia que debería tener el censo que habrá en el país en 2020, donde por primera vez se podrán tener cifras más precisas sobre la población afrodescendiente a nivel nacional. Marton Robinson habló de lo necesario que es que se hable de ellos como artistas, simplemente. Dijo que en Costa Rica 93% de la población se declara blanca, que no hay otra cultura más allá de la blanca “y los mitos se vuelven una realidad al repetirlos”. Más adelante añadió: “No soy exótico. No deseo ser visto desde lo exótico, sino desde una postura que engloba todas las artes”. En su obra, Jorge Panchoaga, artista colombiano, toma el tema de la libertad, así entonces construye una instalación llamada “Kalabongó” (Luciérnaga) donde refiere el plan de fuga y recorrido de Benkos Biohó, quien cerca de Cartagena, Colombia, huyó con otros esclavizados, a comienzos de 1600, y su acción dio paso casi un siglo después a que San Basilio Palenque fuera el primer pueblo de africanos que consiguió la libertad en América. Claudi Carreras, editor e investigador catalán, realizó la curaduría para esta exposición a través de una investigación de más de dos años; buscó diásporas de pueblos africanos en América Latina, sus descendientes y su influencia en la construcción de la cultura en la región. Así, reunió proyectos de artistas de México, Cuba, Haití, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Surinam, Guyana, Guadalupe, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Argentina y Uruguay. La muestra se presentará hasta el 13 de enero de 2020.