El mexicano Arturo Ripstein logró hoy el premio al mejor director en la 53 edición del Festival de Cine de Gijón por La calle de la amargura, mientras la cinta Right Now, Wrong Then, del coreano Hong Sang-Soo, se hizo con el Premio Principado de Asturias al mejor largometraje. La calle de la amargura, en blanco y negro y basada en un suceso real ocurrido en la ciudad de México, narra el asesinato accidental de dos enanos, artistas del espectáculo de lucha libre, a manos de dos prostitutas avejentadas que les drogan para robarles. La cinta también logró el premio Gil Parrondo a la mejor dirección artística, por el trabajo de la directora de arte Marisa Pecanins, compartido con Jonah Markowitz, por la estadounidense The Diary of a Teenage Girl. Right Now, Wrong Then, un relato sobre las relaciones humanas breves, narra el encuentro entre un director de cine independiente y una artista que comparten unas pocas horas. Cinta que "representa el arte del cine humanista", según el jurado. El largometraje coreano también logró el premio al mejor actor, por la interpretación de Jung Jae-Young, en el papel del cineasta que por error llega a su destino un día antes y en la visita a un museo conoce a una joven que le acompañará el resto del día libre. El largometraje mexicano La delgada línea amarilla, del director Celso García, que analiza aspectos poco visibles de la sensibilidad masculina, logro los premios al mejor guión y el especial del jurado. Narrada con un lenguaje visual que recuerda en algunos aspectos al western, la película de García rompe con algunos tópicos que se le asignan al género masculino, en los diálogos que mantienen un grupo de obreros mientras pintan la línea divisoria de los carriles de una carretera. El jurado valoró su sólida capacidad de síntesis narrativa y formal para contar una historia épica que relanza el concepto de comunidad, dignidad y esperanza". El premio a la mejor actriz fue para Loubna Abidar, por el papel de una de las prostitutas que cuenta su vida en Much loved, del marroquí Nabil Ayouch, prohibida por las autoridades de su país que la consideraron "obscena". El film, que obtuvo además el premio Fipresci de la crítica, aborda desde una perspectiva humana la prostitución en Marruecos y, tras verse algunas escenas proyectadas en el Festival de Cannes, ha desatado polémica y la actriz Loubna Avidar fue agredida físicamente en Casablanca. La organización del Festival de Gijón calificó la película como una "valiente denuncia de la doble moral de un país que fomenta el turismo sexual mientras oculta la prostitución".