Isla Negra, Chile.- El presidente de la Fundación Pablo Neruda, Raúl Bulnes, aseveró en entrevista con Notimex que México tuvo una “gran importancia” en la vida del Premio Nobel de Literatura 1971, quien falleció el 23 de septiembre de 1973. Bulnes comentó en uno de los patios de la casa-museo de Isla Negra, una de las más conocidas de Neruda, que el vate “tuvo una relación constante con México, en particular con el mundo cultural mexicano”. “Sus países predilectos fueron España y México, donde se sentía muy cómodo. Si hubiese estado bien de salud en 1973, seguramente habría elegido a México de todo corazón” para alejarse de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), añadió. El presidente de la fundación desacreditó las versiones de cercanos a Neruda que indican que viajaría al exilio a México el 24 de septiembre de 1973, para lo cual incluso el gobierno mexicano habría enviado un avión a Santiago. “Nosotros sabíamos que México lo había invitado (a viajar), pero él salió muy grave desde acá (Isla Negra)”, el 19 de septiembre de 1973 rumbo a Santiago, donde moriría cuatro días después en la Clínica Santa María por causas que aún son investigadas por la justicia. Bulnes reconoció que “hay distintas versiones” sobre las razones que tuvo Neruda para dejar Isla Negra y viajar a Santiago, “pero la que yo tengo, y la que tiene el círculo más íntimo de Neruda, es que salió de acá muy grave”. El directivo se refiere a la versión del chofer del vate, Manuel Araya, quien sostiene que Neruda dejó Isla Negra sin mayores problemas de salud y en el marco de una estrategia que buscaba resguardarlo en la clínica para luego llevarlo a México en los días siguientes. Araya también reveló hace algunos años que el poeta fue asesinado por agentes de seguridad de la dictadura mediante una inyección letal, lo que permitió en 2011 reabrir la causa judicial sobre la muerte del vate, investigación que aún se encuentra en proceso a cargo del juez Mario Carroza. Bulnes puntualizó que su padre, amigo de Neruda y uno de los médicos que lo trataba del cáncer a la próstata (del cual fue operado dos veces en París), “constató que antes de recibir el Nobel (en 1971) ya tenía un cáncer diseminado por el cuerpo”. El presidente de la Fundación Neruda recordó que el vínculo del poeta con México, donde ejerció como cónsul entre 1940 y 1943, se mantuvo por muchos años. “La casa en Santiago que tenía con (la artista visual argentina) Delia del Carril fue llamada Michoacán”, en alusión a la vivienda que la pareja tenía en la comuna capitalina de La Reina, en el sector oriente de Santiago. Neruda y Del Carril (conocida como “La hormiguita”) se conocieron en 1934, cuando el poeta tenía 30 años y la artista visual 50, diferencia de edad que no fue obstáculo para vivir un largo romance que llegó al matrimonio en 1943 en México, donde el poeta ejercía como cónsul de Chile. A su regreso a este país sudamericano, la pareja se estableció en la casa “Michoacán de los Guindos”, vivienda emplazada en un terreno de media hectárea que fue bautizada de esa manera debido a los gratos momentos que ambos vivieron en Michoacán. La historia cuenta que Neruda celebró sus 50 años de vida en 1954 con una fiesta en esa casa a la cual asistieron importantes figuras de la política de esos años, entre ellos quien se convertiría en 1970 en presidente: Salvador Allende. En el marco de esa fiesta, el poeta leyó unos manuscritos y luego los sepultó al interior de un bloque de concreto en algún lugar del jardín, en una ceremonia de la cual existen sólo registros fotográficos. Pese a los trabajos realizados, aún no se encuentra el lugar donde están sepultados esos poemas, por lo que muchos aseguran que Michoacán y México resguardan con gran celo parte del legado nerudiano.