Notimex / La Voz de Michoacán Nueva York. Las artistas mexicanas Erika Harrsch y Magos Herrera montaron en Nueva York una instalación multimedia que reflexiona sobre el drama de los niños inmigrantes sin compañía que cruzan a Estados Unidos y sobre la tenue esperanza que ofrece una ley migratoria. Titulada “Under the Same Sky... We Dream” (bajo el mismo cielo, soñamos), la pieza apunta a recrear el interior de centros de detención para niños inmigrantes, con colchonetas apuntando hacia una pantalla recortada con la silueta de la frontera sur de Estados Unidos donde se proyectan 35 mil fotos del cielo. En un ciclo de repetición se escucha mientras tanto a Herrera, reconocida cantante de jazz mexicana radicada en Nueva York, cantar las palabras exactas de la fracasada Ley Dream, que hubiera dado alivio migratorio permanente a los jóvenes que fueron traídos a Estados Unidos en su niñez. Montada en el centro cultural BRIC, en el condado de Brooklyn, la instalación fue creada en el marco del Festival BRIC-PEN dedicado este año a reflexionar sobre las fronteras. La pieza estará abierta al público del 26 de abril al 6 de mayo. Desde hace mucho tengo una preocupación real por el tema de la migración y por las condiciones de los mexicanos indocumentados, y el punto de partida de esta pieza fueron las imágenes que surgieron en 2014 de los niños inmigrantes sin compañía en centros de detención”, dijo Harrsch. Originaria de la Ciudad de México y radicada en Nueva York desde hace más de una década, Harrsch apuntó que además de tratar de evocar desde una perspectiva lúdica y poética las condiciones “inhumanas” de los centros de detención le interesaba añadir el lejano consuelo de una regularización. La Ley Dream es aquí como una canción de esperanza en que una madre canta a sus hijos perdidos que vinieron a Estados Unidos en busca de oportunidades. La idea es escuchar esa voz dulce que da esperanza con una ley que fracasó por los intereses económicos de congresistas”, aseveró. Harrsch sostuvo que si reformas migratorias han fracasado en Estados Unidos ha sido por los intereses de los centros de detención privados, que con contribuciones a las campañas de congresistas han frenado la posibilidad de una regularización migratoria.