El Festival Internacional de Danza Folklórica de Michoacán es una gran fiesta, un lugar de encuentro entre compañías de diversos países, pero también con lo que tenemos cerca y poco apreciamos. Es además, pretexto para impulsar a grupos jóvenes y un escaparate para que los amantes del folklor conozcan lo que se hace en el estado, con pasión y entusiasmo. El Grupo de Danza Yaocihuatl, de Marco Herrera Fuerte, impresionó con un baile conmachetes, precisión y dedicación son necesarios para lograr los coloridos cuadros que presentaron en el Teatro Ocampo, como parte de la sexta edición del festival dedicado al profesor J. Roberto García Marín. Luego subió al escenario un grupo de mujeres provenientes de Téjaro, aunque sólo tienen cuatro años de haber comenzado las clases, ofrecieron un cuadro de Nuevo León, que si bien no contó con la pulcritud técnica de otros ensambles nacionales y extranjeros con los que comparten la edición, derrocharon simpatía y ganas de estar ahí, bajo los reflectores, se nutrieron del aplauso y, aunque al principio se veían nerviosas, al término de su participación se despidieron con besos al público. Después aparecieron con brío los 30 jóvenes –y un par de niñas que ponían el ejemplo con su energía- de la Compañía Folklórica de Maravatío, que dirige Raúl llagor Albarrán, para presentar Cuadrillas de Tecate y Carabanceros de California. La música del acordeón reinó en el lugar, los sombreros y las botas de pico eran los vestuarios de los invitados que se propusieron presentar algo diferente, donde el movimiento de hombros y cadera hizo que más de uno quisiera pararse a bailar con la música norteña, incluso con el tema El buey de la barranca, la alegría se contagió de los bailarines al público. EL grupo de mujeres retó al de hombres y viceversa, saltos y pasos sirvieron para alegrar a la audiencia. Para más información, consulta la edición impresa de este 11 de septiembre del 2015 en La Voz de Michoacán.
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