El Universal/ La Voz de Michoacán Ciudad de México. La directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lucina Jiménez, aseguró al diario de circulación nacional La Jornada que no habrá un recorte masivo de trabajadores en la dependencia ante el ajuste presupuestario que propone el gobierno federal. Solicitó la tranquilidad de aquellos que prestan sus servicios bajo la modalidad del Capítulo 3000 (por honorarios), luego de que su contrato concluye este 31 de diciembre. No se preocupen. No habrá ningún recorte masivo en el instituto, lo puedo decir con toda tranquilidad. Tanto museos como personas que forma parte de la vida cultural, no tienen por qué asustarse, reiteró la funcionaria en entrevista al acudir al sepelio de la actriz Rosenda Monteros. Ya ha habido recortes al salario A regañadientes, así acabó aceptando el recorte de 15% de su sueldo un joven que hace cuatro años labora en un centro del Instituto Nacional de Bellas Artes, por honorarios, en el llamado "Capítulo 3000", regulado por la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, aunque en la práctica tiene obligaciones por las que tendría derecho a ser contratado bajo la Ley Federal del Trabajo. Él y otros compañeros de INAH e INBA hablan de lo que ha pasado en las últimas semanas en sus centros de trabajo: despido de compañeros; avisos de reducción de personal o de salarios; instrucciones en museos de no tocar computadoras, fotocopiadoras e impresoras; reportes que dan cuenta de quién no regresa más en enero, y un clima de incertidumbre que si bien no es nuevo para los "Capítulo 3000" —pues cada fin de año y de sexenio no tienen clara su situación laboral— este año ha sido más complicado por las políticas de austeridad del nuevo gobierno o por situaciones como las que se viven en el SAT. Prefieren no dar sus nombres ni aparecer en fotografías. Algunos tienen presentes las manifestaciones de meses atrás por el retraso de pagos (#yapagameINBA). Un titular de área en el INBA recibió la instrucción de pasar una lista con cierto porcentaje de despidos; no hubo tiempo para diagnósticos. Advirtió que esto afectaría la operación de su área, pero incluso le pidieron más nombres: "Tuve que hacer el trabajo sucio", asegura. "Hay un oficio de la SHCP —dice una trabajadora de un museo— donde se avisa que se detienen las contrataciones para eventuales y honorarios. Nuestras autoridades enviaron una tabla con nuestros nombres y salarios, a partir de ahí harán el reajuste". Una joven que labora en un museo de la ciudad cuenta: "En nuestro centro cada área la lleva una persona, si hay recorte se quedan cojas las áreas. Nos hablaron de reducción de 15% en el salario, pero que eso no significaba una contratación segura a enero". Un gestor cultural de otro museo del INBA diagnostica: "Al momento de decretar recortes, los primeros afectados somos los del 'Capítulo 3000', el no tener una contratación laboral lo permite, como les ha pasado en el MAM y en Cencropam, con recortes de personal o de salario". En el MAM (Museo de Arte Moderno) hubo tres despidos. "Se les anunció a tres personas que no se les renovaron los contratos —cuenta una investigadora de ese museo—; eran de administración, restauración y un asistente. Es arbitrario porque tenemos que cubrir 15% de la reducción que se nos está exigiendo. Y no sabemos si esa reducción se va a reflejar en los gastos generales del museo, con el mismo plan expositivo, el mismo dinero y el tiempo de trabajo". En otros museos, como el del Palacio de Bellas Artes, de manera extraoficial se dice que no habrá recortes. Pero, en general, no ha habido ningún comunicado de las direcciones de los institutos en donde se estipule quién sí y quién no continuará en funciones. Además, los trabajadores no tienen a quién acudir porque aún no se conoce quién dirigirá los museos y áreas de INAH e INBA.