Ciudad de México.- La Orquesta Típica de la Ciudad de México (OTCM) realizó hoy un recorrido histórico por la música tradicional y popular más representativa de la identidad mexicana, durante un recital en la Biblioteca José Vasconcelos, de esta ciudad. De carácter sinfónico, la orquesta también incluye instrumentos como el salterio, el bandolón, el bajo sexto, la marimba, la guitarra séptima mexicana, la mandolina, el huéhuetl y el teponaztli, con los que impregnó de alegría el paseo dominical por esa zona de la ciudad. Bajo la batuta de Arturo Quezadas Luna, el concierto comenzó con la interpretación del vals “Champagne”, compuesto en 1884 por Carlos Curi, fundador de la Típica, y donde los ritmos suaves y armoniosos parecían mecerse de un lado a otro del recinto, envolviendo a los escuchas en una atmósfera de romanticismo puro. En el segundo segmento, las secciones clásicas cambiaron a cuerdas más tradicionales para que sonara “Te volvía a ver”, de M. Estrada. Luego, la agrupación presentó una versión para orquesta de cámara de la “Suite Huasteca”, de Jesús Echavarría, originalmente compuesta para cuarteto de cuerdas y jarana. La pieza, protagonizada por la jarana y los violines, evocó toda la alegría, el folclor y la calidez de la región huasteca, en su paso por el estado de Veracruz. El programa fue complementado con otros temas clásicos del repertorio de músicos mexicanos, como “Siglo XX”, de Abundio Martínez, y “Estrellita”, de Manuel M. Ponce. Hacia la mitad del recital, la Típica dedicó un tema a la memoria de la cantante mexicana de música ranchera Lucha Reyes (1906-1944), “La Tequilera”, en el centenario de su nacimiento, al que también se unió un coro de voces en la interpretación de “Recordando a Lucha Reyes” del arreglista Daniel Zarabozo. En la recta final, los 80 músicos que integran la agrupación, tocaron “Canciones de ayer”, del arreglista Félix Santana y un popurrí de los boleros más emblemáticos del “Flaco de Oro”, Agustín Lara (1897-1970). No hubo mejor forma de cerrar que con “Sones de México” estampa con los arreglos de Jorge Cozatl, pieza con la que el público aplaudió complacido y estalló en júbilo escuchando los acordes del “Jarabe tapatío”, “Cielito Lindo” y “La Bamba”. Con una ovación de pie y al grito de ¡Otra!, la orquesta interpretó con gran emotividad y brío “Guadalajara”. La orquesta, una de las más antiguas del país, surgió como una forma de llevar la música tradicional popular creada en México a las clásicas salas de conciertos. Actualmente, con poco más de un siglo de vida, también se dedica a rescatar del archivo musical todas aquellas composiciones que dan cuenta de las raíces mexicanas.