Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Aunque forma parte de la tradicional “Visita de los siete templos” de Morelia, la parroquia de "La Merced" es uno de las iglesias de la capital michoacana que más bien pasan con discreción frente a otras sedes más importantes como la Catedral Metropolitana o el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. Sin embargo, este edificio histórico cuenta con una interesante historia que se remonta hasta el origen de su nombre. Diversas fuentes coinciden en que el origen de esta parroquia se remonta al siglo XVII y en específico a la llegada de una nueva orden religiosa a la antigua Valladolid. El nombre oficial de esta agrupación era la "Gloriosa, Real y Militar Orden de Nuestra Señora de la Merced y del Rescate, Redención de los cautivos", también conocidos como “Los mercedarios” y cuyo objetivo era “salvar a los cautivos que caían ante el fragor de la guerra entre moros y cristianos”. De tal manera que así derivó la palabra “Merced” para denominar a su templo sede. Foto: Víctor Ramírez. Según se detalla, cuando “Los mercedarios” llegaron a la Nueva España, el proceso de conquista estaba casi consumado en su totalidad y la participación de esta nueva orden religiosa estuvo reducida de forma considerable. No obstante, llegaron a la antigua Valladolid alrededor del año 1604, tras lo cual fray Pedro de Burgos y fray Alonso García adquirieron mediante compra un solar que pertenecía a Melchor Pardo y su Mujer María de Ortega, para ir adquiriendo más terrenos mediante donación para edificar el templo y establecer una amplia huerta en los años posteriores. Foto: Víctor Ramírez. No obstante que “Los Mercedarios” ya contaban con terrenos en su propiedad, diversas fuentes coinciden en que esta orden religiosa no contaba con mucho poder económico, por lo cual la edificación se fue dando de manera lenta y paulatina aproximadamente hasta 1736, cuando ya era visible este templo de una sola nave, con su característica cúpula de apariencia barroca. De esta forma, la agrupación terminó por consolidar su presencia en la historia de la antigua Valladolid. Foto: Víctor Ramírez. Sin embargo, sufrieron de un periodo de paz de únicamente cerca de un siglo ya que, durante el proceso de la Reforma, el inmueble pasó a manos del gobierno y en lo posterior fue usado como caballeriza, cuartel y hospital. Posteriormente, la edificación volvió a manos de la iglesia a través de la compra realizada por el presbítero Don Teófanes López, quien instauró un colegio para niños en esta sede. Foto: Víctor Ramírez. Aunque, de nueva cuenta, volvió a atravesarse otro de los grandes acontecimientos de México. En esta ocasión fue la Revolución Mexicana, la que obligó a que la escuela frenara sus actividades. Al término de este periodo, el templo recibió una conocida remodelación e información de la Arquidiócesis de Morelia refiere que el resultado de las remodelaciones fueron consideradas como “con bastante gusto” por parte de las crítica de época y en 1908 se llevaron a cabo modificaciones en su interior realizadas por don Teófanes López. En tanto que el área que anteriormente era un monasterio ahora consiste en una escuela primaria. En cuanto a sus características arquitectónicas, el Templo de la Merced es uno de los más reconocidos de Morelia debido al hecho de que cuenta con dos fachadas, en tanto que la principal es de estilo barroco churrigueresco y tiene una vista hacia el oriente, mientras que la otra cara es considerada de estilo manierista y está dirigida hacia el norte. Algunas fotos de décadas anteriores, muestran árboles de una altura considerable en el atrio de la iglesia. Hoy en día, este espacio es ocupado únicamente por una fuente de cantera. Foto: Víctor Ramírez. Si bien este inmueble cuenta con una naturaleza menos imponente si se le compara con las grandes edificaciones del centro histórico moreliano, aun así cuenta con un lugar especial dentro de la ciudad, ya que se ubica sobre la avenida Madero Poniente y prácticamente marca el inicio de la zona de mayor actividad del primer cuadro capitalino, donde se concentran oficinas, iglesias, cafés, restaurantes y librerías, entre otros establecimientos.