Cancún, Quintana Roo. Para la cantante estadounidense Esperanza Spalding (1984), figura estelar de esta noche en la sexta edición del festival Oasis Jazz U, ganadora de cuatro premios Grammy, incluyendo el de mejor artista nuevo, la música es donde se siente como en casa. En entrevista previa a su concierto en la Oasis Arena, donde le antecederá la banda mexicana Troker para el cierre del encuentro musical anual, señaló que la música forma una identidad cultural, social, si bien cada uno define la que le es propia. En su caso, continuó, no se moldeó con la herencia de su cultura, de su gente, no lo hicieron así sus padres, su madre, sino que recibió las lecciones de la música de su país en general. Al adelantar que al escenario subirá esta noche junto con Justin Tyson (percusiones) y Matthew Stevens (guitarra eléctrica), la contrabajista y bajista indicó que cada día es diferente para un músico, el denominador común es la práctica, el estudio. Hacer música es un trabajo común, de tiempo completo, lo que le hace diferente es que no se tiene un patrón, éste es el público, si bien finalmente son las musas, que no pagan, explicó al anotar que la diferencia de los músicos de hoy es que dedican más tiempo para mantener su carrera organizada. Siempre de buen humor y con respuestas chispeantes, la también compositora y cantante dijo que no hay muchas mujeres instrumentistas en el jazz, tal vez sólo cantantes, la mayoría son hombres. Se trata de algo cultural, en que la tradición marcaba que no era fácil la mutua convivencia, pero cada vez hay más mujeres músicas a las que no les importa eso, piensan “soy músico y aquí estoy”, acotó al indicar que la música es mucho más que géneros. En la actualidad ya no se trata tanto de ser una mujer tocando en un mundo de hombres o éstos siendo amables con las mujeres, ambas partes se han integrado más, puntualizó. Se dijo segura de hacer cualquier cosa que quiera, sólo es cuestión de que se concentre en ello. Hay gente que hace muy bien deportes, otras tocan piano, así es ella con la música, simplemente hay que practicar para hecerlo bien, reiteró. Recordó que actualmente trabaja en el libreto de una ópera que compone Wayne Shorter, basada en el mito de Ifigenia y que tendrá su estreno en 2019. Consultada sobre cuáles son los tres deseos que pediría, mencionó: el cierre de la cárcel de Guantánamo y otras similares; que la humanidad evolucione hacia un estilo de vida ecosostenible, y tener en el mundo un sistema más igualitario, sin pensar en modelos o estructuras pasadas. Finalmente, recordó que creció en una sociedad con diferencias de clase, vio las consecuencias de eso y siempre pensó que debía haber una mejor opción.