Bogotá.- El pintor mexicano Sergio Hernández es un evocador de la vida y la muerte, dos conceptos que están reflejados en su obra y en particular en la exposición “De plomo y fuego”, que se presenta en esta capital. El artista mexicano, quien visitó la capital colombiana para la inauguración de la exposición, que estará abierta al público hasta el 19 de agosto en el Museo de Arte Moderno (Mambo), conversó con Notimex sobre su obra que estará durante dos años en museos en Bogotá, Roma, Milán y Madrid, entre otros. “De plomo y Fuego”, es una exposición sin precedentes que incluye piezas importantes de la producción más reciente que contiene cuadros creados con antiguas técnicas químicas y sustancias tan misteriosas como el “albayalde”. El simbolismo de la vida y la muerte para el Hernández, es un motor fundamentan en su proceso de creación porque el “motor fundamental del arte es la preocupación por el fin de la existencia, por la reflexión que tanto tenemos para poder expresar un conocimiento, una idea y al pasar los años empieza uno a ser consciente que esto se va”. “Se va la vida y esta vida que se va, desgraciadamente al final empieza uno a encontrar estos hallazgos y empezamos a reflexionar sobre esas búsquedas o esos hallazgos que empiezan a ser concretizados. Sobre todo en el tema de la muerte que es mi cultura”, sostuvo. Agregó que desde los renacentistas, ningún cuerpo esta proporcionado en los dibujos, y “siempre tendremos la necesidad de mover un brazo un dedo o un gesto distorsionado fuera de lugar. Pero más que fuera de lugar es la muerte con la que vivimos constantemente, con la que vivimos en México”. “Nosotros los artistas pintamos lo que respiramos todos los días. Ya estamos conviviendo con la muerte”, afirmó. Recordó la fiesta tradicional mexicana, El Día de los Muertos, una fecha en donde “nos comemos las calaveras de dulce. Hay un cierto canibalismo festivo de nuestra cultura precolombina, nuestra cultura colonial con nuestra cultura contemporánea que es una cultura de miedo”. Esta cultura del miedo no solo se está dando en México, “sino en el mundo las migraciones, las balsas en el mediterráneo, la destrucción de las obras artísticas en los países árabes. Nos está inundando este mundo de muerte”. “Todos estamos hundidos en la cultura del miedo y la muerte. Está presente en la obra de todos los artistas. Consciente o inconscientemente se empieza a reflejar esa imagen y se trasparenta, revelando lo que somos los humanos. Unos salvajes contra otros salvajes humanos también. Nos estamos destruyendo, la naturaleza la estamos acabando”, dijo. En su opinión “los políticos en el mundo son psicópatas, no tienen ningún remordimiento de la destrucción que están haciendo sobre el planeta. Aspiran solo a sus ambiciones personales, a costa de destruir ríos, selvas y los bosques”. “Lo que yo pinto se ve reflejado en la preocupación por la naturaleza, en el plomo y mi inquietud consciente o inconsciente sobre esta muerte festiva mexicana. En México las muertes ya la vivimos como algo natural. Después que cayeron dos grandes torres (Las torres gemelas) todo es posible en el mundo”, anotó Hernández. Insistió que es “es posible destruir grandes masas, grandes edificios y vivimos en México una sociedad indiferente a los grandes dramas de lo que pasa en la sociedad. Hay preocupación de la sociedad pero no hay una fuerza o esta neutralizada por los medios de comunicación masiva. No alcanzo a vislumbrarlo”. “Quizás mi pintura alcance a reflexionar sobre una belleza que todavía podemos tener que es la libertad, la creatividad”, enfatizó el artista mexicano. Es en este contexto que las líneas que éste oaxaqueño dibuja, denotan una amplísima cosmovisión de aquellos lugares en donde creció y vivió nutrido de la cultura popular mexicana.