Ciudad de México.- La dimensión de Nacho López como artista es extraordinaria y hasta ahora nadie la ha podido aprehender, aseguraron Patricia Mendoza y Deborah Dorotinsky, ambas licenciadas en Historia del arte. Durante la presentación pública del catálogo de la exposición “Nacho López. Fotógrafo de México”, que actualmente está abierta en el Museo del Palacio de Bellas Artes (MPBA), las expertas en el tema echaron un vistazo a la obra de este emblemático artista de la lente. En ese sentido, Patricia Mendoza, ex directora del Centro de la Imagen y curadora de Zul Ediciones, y Deborah Dorotinsky, reconocida estudiosa del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ponderaron la trascendencia de la escuela que López marcó en su gremio. Para Mendoza, Nacho López imprimió a sus imágenes un matiz que habla de injusticia. “Fue educado desde un punto de vista revolucionario y para él siempre fue fundamental expresar de manera abierta y clara la injusticia, la diferencia y la lucha de clases”, subrayó la historiadora. Durante la presentación, destacó que el fotógrafo tuvo y cultivó una conciencia del poder de la transformación. “Nacho López pertenece al grupo de hombres que sabe que con su quehacer puede ser capaz de cambiar el universo, por eso su utopía es fundamental y no lo entendemos sin mirar ese concepto”. Mendoza concluyó que se trata de uno de los seres que cuesta trabajo aprender a entender, “porque siempre están mirando hacia adelante”, y subrayó importancia del legado que Nacho López dejó para la posteridad. La exposición, informó, se realiza en el marco de los 30 años de su infausto fallecimiento. Por su parte, Deborah Dorotinsky, quien trabaja temas relacionados con la historia de la antropología, la fotografía y la cultura visual, comentó que el catálogo presentado se suma a una ya larga constelación de publicaciones sobre el trabajo fotográfico de Nacho López, quien falleció hace tres décadas tras una ardua labor. El libro amplía el trabajo crítico que se ha hecho alrededor del fotógrafo, “y agrega datos y observaciones necesarias para seguir y comprender su trayectoria, debido a que Nacho López es uno de los autores fundamentales para entender la historia de la fotografía mexicana en el Siglo XX”, mencionó. López, agregó la investigadora, es uno de esos artistas visuales cuyos trabajos ayudaron a entender cómo se construye y se va reconstruyendo la Ciudad de México y el concepto de lo mexicano, y al mismo tiempo, en su hacer documental y fotográfico fue tejiendo lo que él quiso documentar. Dorotinsky, quien tiene entre sus líneas de investigación la cultura visual y de género, así como la fotografía indigenista y documental, dijo que el alumno de Manuel Álvarez Bravo fue un fotógrafo polifacético, como queda documentado en el catálogo de la exposición que estará abierta hasta el 10 de julio en el MPBA. Apuntó que las fotografías de Nacho López no muestran la pobreza y la marginación de una manera grosera, ni son fotografías del “jodidismo”, sino que evidencian una empatía por parte del autor bastante más delicada y aguda; él quiso planear, por lo menos en su cabeza o en el papel, una narración de la ciudad que vivió.