El cineasta Hernán Vilchez presentó hoy aquí su cinta “Huicholes: Los últimos guardianes del peyote”, que muestra la lucha del pueblo Wixárika por preservar su tierra en San Luís Potosí, México, de la explotación de mineras trasnacionales. La película fue realizada de manera independiente y a pedido de la propia comunidad huichol de La Laguna Seca, en Jalisco, que apuesta en ella para sensibilizar el mundo a favor de su causa. “Es un caso bastante grave que merece un debate profundo en la sociedad mexicana e internacional, porque no es único. Pasa en todo el mundo”, sostuvo Vilchez en entrevista con Notimex. “Los pueblos indígenas son despojados de sus tierras y sus derechos. Es ahí donde están los recursos valiosos, desde el punto de vista material, pero también espiritual”, añadió el cineasta argentino. El rodaje de “Huicholes: Los últimos guardianes del peyote” supuso más de tres años de visitas al pueblo Wixárika, una de las últimas culturas prehispánicas vivas en Latinoamérica, que cultiva todavía el peyote, su medicina ancestral. La proyección de la cinta de Vilchez en la Universidad Libre de Bruselas estuvo precedida de una ceremonia chamánica de bendición realizada por los Ramírez, padre e hijo, los dos protagonistas de la cinta. Antes de Bruselas, el documental fue presentado en las ciudades de Gante y Lovaina y llegará luego a Amberes, para después ser proyectada en otros países europeos como Reino Unido, Suecia, Noruega, Finlandia, España e Italia. La gira europea de “Huicholes: Los últimos guardianes del peyote”, financiada con donaciones de la comunidad mexicana y simpatizantes, empezó el 15 de abril, en Alemania, donde fue exhibida en 13 ciudades, “siempre con sala llena”, asegura Vilchez.