Ciudad de México.- Con un llamado a desvincular su obra literaria de su biografía, la Feria Internacional del Libro del Zócalo recordó anoche a la escritora, poeta, periodista y dramaturga mexicana Elena Garro (1916-1998) a 100 años de su natalicio. En el foro central Gonzalo Rojas, Adriana Konzevik, gerente de producción del Fondo de Cultura Económica (FCE), y la pedagoga y directora teatral Sandra Félix, ofrecieron un breve repaso sobre la vida, obra periodística y dramatúrgica de quien consideraron “una de las mejores escritoras del siglo XX en México”. Konzevik se refirió a Garro como una escritora cuya biografía devoró injustamente su excepcional obra, “la cual merece ser ampliamente conocida y valorada, mucho más allá de la conmemoración del centenario de su nacimiento, por la singular calidad de su escritura, por el poderío de su imaginación y su capacidad para hacer literatura de su propia vida”. Konzevik pugnó porque se desvincule su obra de su biografía y recordó que era una mujer radicalmente contradictoria, “como buen número de los personajes que inventó en su literatura y que constituyen un reflejo poliédrico de sí misma”. Durante su intervención, hizo un breve repaso de su vida y obra, al tiempo que elogió su trabajo literario, entre ellos, su obra “Los recuerdos del porvenir” (1963). Recordó que Garro contrajo matrimonio en 1937 con Octavio Paz (1914-1998), con quien formaba una pareja luminosa; eran dos personas, en apariencia la una para la otra y con esplendoroso futuro en el rubro literario, procreando una hija, Helena, conocida como “la chata”. Dijo que tras una dolorosa vida al lado de Octavio Paz, Elena Garro protagonizó junto con el escritor un ríspido divorcio que marco sus vidas. Tras su salida del país, Garro itineró por Estados Unidos y España, hasta radicar por dos décadas en Francia, lejos de México, pero con el apoyo económico del ya entonces Nobel de Literatura: Octavio Paz. A principios de los 90 regresa a México y varios críticos y periodistas emprenden una revalorización de su obra, pero sin el éxito esperado. Hoy, el Fondo de Cultura Económica prepara una reedición de las obras de teatro de la autora homenajeada, “con las versiones definitivas, cotejadas para detectar fe de erratas y variantes”. Por su parte, Sandra Félix habló de la dramaturgia de Elena Garro, a quien definió como una escritora única en el firmamento teatral, con una voz única, inconfundible, poética, maravillosa, inolvidable y muy mexicana. Recordó haber conocido el teatro de Garro en 1993 y mencionó que 23 años después, vuelve al teatro de la homenajeada, “montando las obras que hice hace 23 años y me parece que es bueno volver por su vigencia, profundidad, humor y porque nos encontramos en ella, nos reconocemos como sociedad”. Tras una breve introducción sobre la autora, Félix leyó un par de fragmentos del teatro de la autora nacida en Puebla.