Entregan la Presea Eréndira a los artistas Herlinda Morales, Elba Rodríguez y Antonio Cornelio

Los galardonados fueron reconocidos por dedicar su vida y labor, a enaltecer, preservar y difundir, las tradiciones, la cultura y el arte michoacano.

Foto: Víctor Ramírez, La Voz de Michoacán.

Yazmin Espinoza / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. El Premio Estatal de las Artes Eréndira celebró la noche de este jueves la ceremonia de su edición número 20, evento en el que el galardón se entregó a los michoacanos Herlinda Morales Jerónimo, Elba Rodríguez Ávalos y Antonio Cornelio Rendón.

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Fue en el Teatro Ocampo que los artistas recibieron la presea por dedicar su vida y labor, a enaltecer, preservar y difundir, las tradiciones, la cultura y el arte michoacano y que se extiende más allá de las fronteras.

Tamara Sosa Alanís, secretaria de Cultura de Michoacán, destacó los 20 años del premio que se entrega como máximo galardón a los artistas del estado, aliciente a hombres y mujeres que han dedicado su vida al quehacer artístico.

“La importancia de este premio radica en que el arte nace desde el colectivo, y desde ahí se nutre para mantenerse vivo tras generaciones”, comentó la secretaria tras resaltar que los ganadores son nominados por miembros de la sociedad civil.

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Detalló que, durante las 20 ediciones del Eréndira, se han recibido más de 500 postulaciones de artistas. Asimismo, se han entregado 61 galardones, 47 de ellos para hombres, 12 para mujeres y dos se han otorgado a grupos artísticos.

Dijo, además, que 160 especialistas han formado parte del Consejo Técnico del Premio, el cual estuvo este año representado en la ceremonia de premiación por Mariel Arias. 

“Este premio es un esfuerzo conjunto en el que todos participamos activamente para garantizar que los ganadores representen la diversidad en la riqueza cultural que hay en el estado”, señaló Arias. 

Los ganadores en la vigésima edición del Premio Estatal de las Artes Eréndira, Herlinda Morales Jerónimo y Antonio Cornelio Rendón, en el ámbito de las Artes tradicionales, así como Elba Rodríguez Ávalos, en el ámbito de la Música y las Artes Sonoras, recibieron su reconocimiento y presea de las manos del gobernador del estado, Alfredo Ramírez Bedolla.

“La sociedad tiene drecho a la cultura, derecho que no debe ser visto como un lujo o privilegio, sino como una necesidad básica (…). Eréndira vive, Michoacán vive y muchas felicidades a los galardonados. Enhorabuena”.

De vocación alfarera, Herlinda Morales Jerónimo impulsó el esmalte sin plomo pues la vida y sus circunstancias la llevaron por el camino de la alfarería que se convirtió en su vocación.

Tras recibir el premio, la artista agradeció el reconocimiento del Gobierno del Estado a su labor, la cual, describió, la ha salvado de muchas maneras.

“Yo superé el cáncer hace ya varios años, pero cuando estaba en quimioterapia me comparé mucho con mis piezas. Al final me di cuenta de que soy como el barro, tuve que ser tratada hasta encontrar mi brillo”.

Por su parte Elba Rodríguez Ávalos, gran artífice de música para las infancias es originaria de Jalisco, pero michoacana por adopción, dedicó su premio a todos los niños y niñas del estado.

“Este reconocimiento no está dirigido a Elba Rodríguez, sino al arte dedicada a la infancia, que hay mucha gente haciéndolo en el país. Y ojalá este sea el parteaguas para que otros estados se animen a reconocerlo también”.  

Destacó que el arte es la parte esencial del espíritu y que, a través del él, es que los niños pueden crecer siendo personas más reflexivas y propositivas.

Por último Antonio Cornelio Rendón, artesano de Tzintzuntzannacido en el seno de una familia purépecha, compartió que aún tiene muchas ideas y deseos para seguir innovando en el arte de elaboración de piezas con base en panikua (vara de trigo) y popotillo.

“Quiero hacer pasarelas, quiero que el pueblo de Tzintzuntzan despierte a través de este oficio. Este premio es para mi familia y para mis padres y es un reconocimiento, no solo a mi trabajo, sino a todas las generaciones de artesanos que aprendieron, antes de mi, a tejer con sus manos. Porque el arte que surge de nuestras manos es un puente entre pasado y presente, y cada pieza un homenaje a nuestros ancestros”.