Reseña libro El Aleph

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El poder de la escritura, radica en su capacidad de recrear un mundo o varios; de contar una historia o varias; de hacernos participes de emociones ajenas y de cuestionarnos nuestra realidad inmediata. De esta forma, los autores, principalmente de novela y cuento, (sin olvidar el poder periodístico de la palabra) nos han legado su personal concepción del mundo transmitido exclusivamente con letras y signos. Jorge Luis Borges es un caso insólito de la literatura universal. Su apuesta radica, por su genio y creatividad, en lecturas múltiples de una sola obra. Para Borges, todos los actos suceden al mismo tiempo y en el mismo lugar. Por ello, el autor se obsesiona con sus personajes principales: La otredad es decir el mundo que, sin darnos cuenta, cohabita con el nuestro, el tiempo, el espacio, las matemáticas, el pasado, presente y futuro, los laberintos, los enigmas, las citas culteranas al lado de las apócrifas, la religión y la ciencia, los sueños, y los juegos mentales conforman la compleja lectura de Borges. Sus constantes siempre serán las mismas. Estos son los ingredientes de los diecisiete cuentos que conforman El Aleph, libro que desde su aparición en 1949 ha desatado numerosos estudios en todas partes del mundo.

En El Aleph, el autor puede comenzar a narrar una historia y terminar en otra, se cita cual personaje testigo de sus cuentos, nos habla de bibliotecas salidas de su imaginación y rompe completamente con la tradición narrativa contemporánea. Su lectura es un doble reto: a las neuronas y a la imaginación. Las siguientes, son interpretaciones y acercamientos a estos 17 cuentos en busca del argumento de esa vorágine inquieta y culta.

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