Astrid del Ángel / La Voz de Michoacán. Morelia, Michoacán. La música es mucho más que la combinación de sonidos y silencios. Es disciplina, constancia, paciencia y amor, así lo demostró el organista y compositor Alfonso Vega Nuñez en sus 90 años de vida, dedicados en su mayoría a promover la música y a Morelia como un epicentro artístico. Si Vega Núñez tuvo un segundo hogar, este fue la Catedral de Morelia, de la que en 1943 se convirtió en primer organista. El sacro recinto abrió de nuevo sus puertas para Vega Núñez y el órgano monumental sonó en su honor. Hace un año que falleció el fundador del Festival Internacional de Órgano de Morelia, quién dejó un festival que este año cumple medio siglo, y 120,000 kilómetros recorridos en México con su órgano electrónico, con el propósito de dar a conocer el repertorio de música organística. Después de la última misa del día, poco antes de las 21:00 horas, comenzaron a llegar familiares, amigos y alumnos de Alfonso Vega, para ser partícipes del homenaje. Un concierto con el canadiense Rafael De Castro, quien estuvo por primera vez en el festival en 1970. De Castro interpretó un repertorio de música española y barroca, para concluir con el periodo romántico. Laura Vega Parrales, hija de Vega Núñez, agradeció la posibilidad de estar en la Catedral, en compañía de los allegados a la familia Vega Parrales. Comentó que su madre, Martha Parrales también fue una piedra angular en la carrera el organista. Para más información consulte la edición impresa de este 19 de agosto