Ciudad de México.- Poseedor de un estilo único, chusco y satírico, pero siempre destacando la nobleza del pueblo tabasqueño, el escritor y compositor tabasqueño Tilo Ledesma, es recordado a un año de su muerte, ocurrida el 17 de marzo de 2015. De acuerdo con información proporcionada por el Instituto Estatal de Cultura (IEC) de Tabasco, Tilo Ledesma nació en el municipio serrano de Teapa el 27 de mayo de 1926 y desde pequeño sintió un profundo gusto por la música, así que a los 11 años comenzó a estudiar solfeo en la escuela de gobierno que existía en el estado dirigida por el maestro Eugenio Flores Moreno. Al formar la banda, el maestro le asignó tocar el saxofón para llevar el contratiempo del bajo en presentaciones que en aquel entonces se llevaban a cabo en el parque de su pueblo. Posteriormente se trasladó a la ciudad de Villahermosa, impulsado por la inquietud de concluir la primaria. En aquella época no existían escuelas nocturnas, por lo que Tilo estudió mecanografía en la Academia Juan T. González mientras trabajaba en un negocio que vendía instrumentos para el campo. Después viajó a la capital mexicana donde estudió arte dramático en el Instituto Cinematográfico de Radio y Televisión, dependiente de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) e incursionó como actor de teatro, sin embargo, para poder subsistir tuvo que desempeñar diversas actividades. En la Ciudad de México cursó la vocacional en el Instituto Politécnico Nacional y la carrera de contador público en la Escuela Superior de Comercio y Administración. Al terminar su carrera profesional decidió trasladarse a Villahermosa, Tabasco, donde se desempeñó como contralor, contador y auditor en diferentes empresas e instituciones. En el ambiente periodístico es conocido por sus epigramas, que él denominó “Egritoriales”, palabra que dio título a su primer libro, editado por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) en 1988. Con estas formas expresivas, el escritor dio cuenta del acontecer cotidiano de su ciudad, su estado, su país y el mundo, dando a las noticias un sentido chusco, satirizando a los personajes de la política y mostrando la nobleza del pueblo tabasqueño, con sus costumbres y tradiciones. Su trabajo literario fue incluido en la "Antología de poesía contemporánea de Tabasco", editada por la UJAT y en 1997 se publicó "Versos con reverso y sin colesterol", también editado por la casa de estudios. El ejemplar reúne sus famosos poemas chuscos, festejos, parodias, notas folklóricas y algunos poemas serios. Como compositor, hizo música y letra de decenas de canciones serias y humorísticas como "Doña esa", "Ay mojo maistro" y "El Tutupiche"; el Nuevo Choco Tabasqueño, Choco Nico y El Trío Usumacinta son algunos de los artistas tabasqueños que han grabado sus composiciones. En 1965, obtuvo el primer lugar en un certamen de poesía organizado por la UJAT y después en 1983 obtuvo el primer lugar en el género de cuento, en un concurso convocado por la Universidad de Monterrey. De igual forma, en 1989 y 1993, obtuvo el primer lugar en el Certamen de Cuento, en el marco de la Feria del Estado de Tabasco. En 2010, el Instituto Estatal de Cultura de Tabasco y la Asociación de Autores, Compositores y Editores Tabasqueños, A.C reconocieron su trayectoria artística y profesional, con la participación de diversos intérpretes y músicos de su entidad natal.