Son diferentes los mundos de la geometría y la intuición: Felguérez

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crisalida

Notimex / La Voz de Michoacán.

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Durante la presentación de su obra “Crisálida”, el artista plástico Manuel Felguérez aseguró que el mundo de la geometría y el de la intuición son diferentes. “Me encanta la intuición, la improvisación y el accidente; al mismo tiempo, la precisión, el orden, la construcción y el armar las cosas”.

“Crisálida” fue presentada formalmente al público esta tarde en la explanada del Museo Rufino Tamayo de esta ciudad, donde el artista plástico, cuya carrera se extiende a lo largo de seis décadas en las que ha dado origen a un lenguaje visual constituido por formas y figuras concretas, habló de su quehacer escultórico.

“Cuando soy demasiado libre me falta orden y cuando soy demasiado ordenado me falta libertad. ¿Cuál es la única guía? Construir cosas. Lo importante es expresarme con un objeto, en este caso en forma intuitiva, porque me gusta el diseño, porque me gustan los coches, porque me gustan las máquinas y la mecánica”.

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En ese marco, Felguérez presentó a su “Crisálida”, una escultura que parte de la intervención de un automóvil. “Se trata de un recipiente de aquellos más de 60 años de una carrera de investigación por medio del arte, la tecnología, la ciencia y la composición”, reveló el artista plástico ante decenas de invitados a la ceremonia.

Felguérez adquirió un auto, un ejemplar de esos que nacieron luego de la Segunda Guerra Mundial en la Alemania Nazi y que fueron destinados a la transportación de la gente del pueblo. Luego lo desarmó, pieza por pieza, tornillo por tornillo, hasta que tuvo ante él miles de piezas, chicas, grandes y pequeñas. Luego, construyó la obra.

“Crisálida” es una nueva pieza que tiene, sin embargo, la reminiscencia de lo que un día fue. “Transformas una idea, hay extremos. En la acción misma te vas encontrando los resultados, siguiendo la misma intuición (…)”, señaló el creador de numerosas piezas plásticas que hoy en día se encuentran en diversas naciones del mundo.

“Yo soy un artista objetual, construyo objetos, trabajo la materia. El Volkswagen es un elemento base que ha sido usado por muchos artistas; tiene una parte muy nostálgica y es un diseño tan perfecto que aguantó muchísimos años. Es como un juguete y es volver a jugar”, abundó el creador de la pieza que está al aire libre.

En “Crisálida”, abundó, “el Volkswagen pierde totalmente su función utilitaria, para convertirse en algo exclusivamente estético. Después de 60 años de trabajo, la gente es capaz de saber reconocer que una obra es mía y consecuentemente, no tiene que buscar la firma”, aseveró el artista, quien esta tarde lució radiante.