México, 22 Sep-A 75 años de la muerte del considerado el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, que se cumplen mañana, su obra sigue vigente.Así lo demuestra el libro “Sigmund y Anna Freud. Correspondencia 1904-1938”, recientemente publicado en español y el cual se integra por 300 cartas entre el psicoanalista y su hija más pequeña. De acuerdo con el portal de Internet “eldia.com.ar”, la reciente publicación da cuenta de la estrecha relación que tuvieron padre e hija, al tiempo que recrea la vida de una familia en la Viena de principios del siglo XX. Asimismo, la obra deja ver el objetivo de estudio que signó la relación entre Freud y la única de sus hijos que se dedicó al psicoanálisis, pues Anna fue analizada entre 1918 y 1924. Sigmund Freud nació en Freiberg (actual Príbor, República Checa), el 6 de mayo de 1856, sin embargo ahí solo vivió sus primeros años de vida, pues al cumplir tres años, su familia huyó de los disturbios antisemitas a Leipzig, donde permanecieron poco tiempo, pues se instalaron de manera definitiva en Viena, Austria. Si bien el joven Sigmund se sintió atraído por el derecho, antes de iniciar sus estudios optó por la medicina, la cual cursó en la Universidad de Viena en 1873, señala su biografía publicada en el portal del Internet “epdlp.com”. Luego de especializarse en neuropatología, concretamente en la parálisis infantil y en los problemas del lenguaje como la afasia, montó su consultorio, donde trató a pacientes con histeria, una reacción neurótica en la cual los conflictos emocionales son convertidos en síntomas físicos como parálisis y sordera. En los siguientes años conoció al neurólogo francés Jean-Martin Charcot (1825-1893), de quien aprendió la hipnosis, gracias a una beca que le permitió estudiar en París, Francia. De acuerdo con los datos de Freud, publicados en el sitio web “psicoactiva.com”, en los siguientes años el neurólogo se dedicó a aplicar la hipnosis, no obstante al poco tiempo descubrió que la cura sólo era temporal por lo que en su búsqueda de una cura permanente descubrió el reino inconsciente de la vida psíquica. Dicha exploración llevo al médico a crear un método terapéutico y una teoría de la personalidad, a la que llamaría psicoanálisis y la cual aplicó junto con su amigo y colega Josef Breuer (1842-1925), con quien descubriría que detrás de cada problema psicológico existe también otro problema sexual. En 1896, luego de romper su relación con Breuer quien había robado algunos de sus conceptos, Freud empezó a transformar la metodología terapéutica que aquél había calificado de “catarsis”, basada en la hipnosis, en lo que él mismo denominó el método de “libre asociación”. En los siguientes años víctima del desprecio de los demás médicos trabajó solo, desarrolló los conceptos psicoanalíticos de “inconsciente”, “represión” y “transferencia'”, y en 1899, publicó su obra “La interpretación de los sueños”. De acuerdo con su perfil disponible en el sitio web “biografiasyvidas.com”, en los primeros años de la década de los 90, Freud comenzó a ganar seguidores, los cuales se reunían en su casa para debatir sobre el psicoanálisis; un grupo que fue ampliado y cambió, incluso, varias veces de composición, consolidándose así una sociedad psicoanalítica, que en 1908, celebró en Salzburgo el Primer Congreso Psicoanalítico. En el siguiente periodo, el destacado psicoanalista viajó a Estados Unidos, donde dictó una serie de conferencias, en 1910 fundó en Nuremberg la Sociedad Internacional de Psicoanálisis y publicó “Introducción al psicoanálisis”. Tiempo después, en 1923, le fue diagnosticado cáncer de mandíbula por lo que se sometió a una serie de intervenciones. No obstante, su estado físico Freud siguió con sus contribuciones al escribir “El porvenir de una ilusión” (1927), “El malestar en la cultura” (1930) y “Moisés y el monoteísmo” (1939). Finalmente, el célebre médico Sigmund Freud murió el 23 de septiembre de 1939, a los 83 años de edad en Londres, Inglaterra.