Nueva York.- La casa de subastas Sotheby's de Nueva York anunció que ofrecerá a la venta el retrato que el pintor mexicano Diego Rivera hiciera en 1951 de la actriz Matilde Palou, considerada como una de las más emblemáticas obras del artista. Titulado “Retrato de la actriz Matilde Palou”, el cuadro será sometido a subasta como parte de la venta de arte moderno latinoamericano programada para el 25 de mayo en Nueva York. Se estima que el cuadro alcance un precio de venta de entre dos y tres millones de dólares. Considerado como uno de los mejores retratos del artista que jamás hayan aparecido en subasta, esta tardía obra trasciende la legendaria belleza de esta estrella chilena del cine mexicano de la Edad de Oro, de acuerdo con Sotheby's. La obra apareció por última vez en una subasta en Sotheby's en 1988, y ahora regresa al mercado en un momento de renovado interés por el modernismo mexicano, como lo demuestran las exposiciones recientes en el Museo de Arte de Filadelfia y el Museo de Arte de Dallas. Antes de la subasta, el retrato será exhibido por primera vez en casi 30 años en la ciudad de Los Ángeles, del 22 al 25 de marzo en las nuevas galerías Sotheby's. “El retrato de Diego Rivera de Matilde Palou es a la vez un retrato elegante de la estrella de la Edad de Oro y una representación emblemática del orgullo del artista por su patria”, dijo Axel Stein, director del departamento de arte latinoamericano de Sotheby's en Nueva York. Stein añadió que desde que entró en contacto con el cuadro hace casi 30 años ha permanecido “encantado por su conmovedora belleza”. El retrato de Rivera capta a la joven estrella, quien se casó con el actor mexicano Miguel Ángel Ferriz (1899-1967), en el apogeo de su fama, pintada el mismo año que el estreno de su más célebre película “Susana”, del cineasta español Luis Buñuel. Su pose relajada y forma ondulante ejemplifican el uso de Rivera de un estilo manierista en sus últimos retratos para prestar un aire lánguido, glamoroso a la joven. El artista imagina a Palou en un elaborado traje mexicano con las capas de su vestido adornadas con la bandera y el escudo de la nación, mientras que las joyas de inspiración azteca adornan sus orejas, muñecas y la mano izquierda. Todo son afirmaciones estéticas de una orgullosa “mexicanidad”.
La Voz de Michoacán
