Teresa Jaramillo/ La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán.- Con un auditorio lleno se vive una noche michoacana con la Orquesta Sinfónica del Estado de Michoacán (Osidem), en la cual el público se ha dado cita en punto de las 20:30 horas y disfruta de un programa compuesto por obras de dos compositores michoacanos: Miguel Bernal Jiménez e Ignacio López Madrigal. Previo al concierto se escucharon los alientos afinando, el público tomó sus lugares , entraron los músicos al escenario y fueron recibidos entre aplausos; iniciado el concierto, el Mtro. Miguel García se preparó a dar la entrada, alzó la batuta y se dejaron escuchar las primeras notas de Tres cartas de México obra estrenada el 2 de diciembre de 1949 bajo la batuta de José Pablo Moncayo y que muestra a través de sus notas el misticismo del folclore mexicano. Tocó el turno del estreno mundial de la obra ópalos del compositor moreliano Ignacio Martinez Madrigal, escrita para el fagotista everardo gastelum, un primer movimiento alegro deciso, en la que da pie a que el favor presente la melodía, un segundo movimiento tempo libero con melodía y armonías mas dulces y cadenciales, el tercer movimiento ed enérgico, con la exigencia de buena técnica para el solista ya que hay notas de gran duración. Como mencionó el director Miguel es una obra contemporánea pero sin tantas extensiones de éste, usuales del estilo contemporáneo. Seguido de un intermedio la orquesta salió a interpretar Retablo medieval. Concertino para órgano y orquesta con un primer movimiento parafraseado inició con puro pedal y percusiones que presentan la obra y pasa la melodia a la trompeta y luego a la orquesta. Un segundo movimiento más melancolico, una obra donde el sonido del órgano con la mezcla de la orquesta la hace más triunfal y que en interpretación de Laura Carrasco resulta Formidable no solo por la técnica requerida para su ejecución también por la intención interpretativa. Michoacán Suite Sinfónica es una obra de Bernal escrita por la admiración a su ciudad natal y donde retrata las figuras musicales antiguas a un contemporáneo folclore que remite a la cantera rosada. Así finalizó el último concierto, en este recinto dentro del vigésimo octavo Festival de Música de Morelia, con un público plácidamente complacido por una velada de música michoacana donde la OSIDEM refrendó su calidad interpretativa y su versatilidad.