La actriz y dramaturga argentina Nora Fernández aseguró que en la actualidad el país vive inmerso en un surrealismo que rebasa, incluso, a sus máximos exponentes, Salvador Dalí o André Breton. “Vivimos en mundo surrealista, que supera toda imaginación, son tiempos complejos pero maravillosos a la vez”, expresó Fernández, entrevistada por Notimex a propósito de su obra “Surrealismo”, que se presenta en el Foro Shakespeare de esta capital. Aseguró que “hechos como el ocurrido hace unos días en Chihuahua donde cinco menores de edad “jugando al secuestro” asesinaron a un niño de seis años, son muestra clara de que vivimos en un surrealismo”. Nora Fernández dio a conocer que luego de 22 años en escena, seis mil funciones y 20 premios recibidos, se despedirá de su monólogo “Surrealismo” en septiembre próximo, debido a que tiene otros proyectos en puerta. “Ha sido un trabajo arduo, casi un duelo; ahora tengo muchos proyectos y es el tiempo adecuado para despedir a estos personajes que el público les ha tomado cariño a lo largo de 22 años”, expresó. Aclaró que el cierre en México será el 10 de septiembre, para luego iniciar una gira de despedida por Argentina, Chile y Uruguay. Sobre sus nuevos proyectos, adelantó que prepara una puesta en escena al lado de la actriz mexicana Laura Sotelo y otro más con Talina Fernández. La obra, es monólogo emblemático del teatro independiente internacional, un viaje para reír, emocionarse y reflexionar sobre nuestras realidades; en la obra, los personajes fueron inspirados por personas que la propia Nora Fernández conoció en Mendoza, Argentina; la magia del teatro se encargó de darles universalidad. Refirió que a través de los años, los viajes y las vivencias, “Surrealismo” se ha transformado, actualmente presenta cinco personajes memorables y sustanciosos: una mujer patética que aspira a un puesto de poder mayor al de “Directora de Museo” y vía telefónica pretende controlar el caos hogareño producido por sus pequeños hijos, su marido, su madre y sus amigas. La paralítica cerebral, quien ama la vida en su condición y vive para enseñar al mundo a no temer a quien es diferente; la nena de cuatro años que no conoce las reglas del pudor; la esotérica, personaje que recurre a cualquier remedio nuevo o conocido, desde tai-chi, yoga, reflexología o aromaterapia, para ordenar su vida, su economía y sus relaciones. Por último, se presenta el alma de la mujer, un poema dramatizado que hurga sin piedad en la entraña de aquella que tiene que decir al ser que tiene enfrente “Tengo ganas de ser, no de repetir lo que aprendí”. “El punto de partida son las realidades del ser, pero en verdad cada noche me convenzo de que estamos hablando de nosotros, hombres y mujeres viviendo en estos tiempos como un coctel de humanidades y convenciones”, indicó. Señaló que luego de más de 20 años en escena, a la obra se ha modificado, sin perder su esencia, los personajes han madurado y crecido. “Se trata de una fuerte búsqueda de una actriz joven que ansiaba poner en el escenario sus inquietudes humanas, su humor como mujer, la discriminación que existe tan atroz en cualquier ser humano, utilizando diferentes géneros y estéticas de teatro. “Es una búsqueda profunda actoral. Mi obra es un abrazo del arte, de la gente, de la vida, la búsqueda y el teatro”, concluyó.