México.- La crisis que vive Chivas de Guadalajara parece insuperable, luego que en 2014 el equipo se mantuvo sumido en la mediocridad futbolística y de resultados, así como en escándalos extra cancha que los tienen en la pelea por el no descenso. El regreso de José Luis Real hizo suponer que las cosas cambiarían en el seno del "Rebaño Sagrado", pues fue el último técnico que había logrado un cuadro realmente competitivo. No obstante, esta nueva historia fue completamente contraria, ya que el plantel se reforzó, pero con jugadores que no son precisamente figuras como Jair Pereira, Israel Castro y Carlos Gerardo Rodríguez, así como el regreso de Omar Bravo, que en nada salvaron la situación. Los irregulares resultados, así como la goleada que sufrieron en el "clásico nacional" ante América provocaron la salida de Real y la llegada del argentino Ricardo La Volpe, quien tampoco sacó a flote al equipo, ya que de cuatro partidos que dirigió, solo ganó en su debut. Aunado a esto, el técnico se vio envuelto en un escándalo tras ser demandado por la podóloga del equipo, Alma Belén Coronado, por presunto acoso, lo que provocó la salida de La Volpe de la institución de Chivas, a la que el argentino respondió con una contrademanda. Con el "fantasma" del descenso hablándole al oído, el Guadalajara enfrentó el Apertura 2014 con caras nuevas, no solo en la banca con la llegada del argentino Carlos Bustos, sino también con Rafael Puente del Río como directo operativo del club. Para este semestre llegó gente como Fernando Arce, David Toledo, Sergio Nápoles, Alberto García y Ángel Reyna, apuesta directa de Puente pese a sus antecedentes de jugador problemático. Además, se trajo a Albert Benaiges a las fuerzas básicas del equipo, con lo que se le dio las gracias a gente que había conformado esa gran estructura, como José Luis Real. El resultado de una mala planeación derivó en la salida de Bustos en la undécima jornada, y días después del propio Puente, quien nunca mostró capacidad para sacar a Chivas de su crisis, así como de Benaiges. Al relevo entró Néstor de la Torre, quien regresó como presidente, y su hermano, el ex técnico nacional José Manuel de la Torre, quienes toman a un equipo que está sumido en crisis futbolística y de resultados, y que por si fuera poco, se jugará en 2015 la permanencia en el máximo circuito.