Burdeos.- Alemania exorcizó 54 años de chascos ante Italia en las grandes citas del fútbol, imponiéndose el sábado por 6-5 en una interminable tanda de penales para clasificarse a las semifinales de la Eurocopa. Jonas Hector se encargó de anotar el penal decisivo en el duelo de cuartos de final en Burdeos, ejecutando el 18vo remate de la tanda. El balón pasó por debajo de la estirada del arquero italiano Gianluigi Buffon, y Alemania se entreveró en los cuatro mejores por sexto magno torneo consecutivo. "Rematé con el corazón en mi mano", dijo Hector, lateral izquierdo de Alemania. "Solo quería meterlo al fondo". Previo al turno de Hector, el portero alemán Manuel Neuer tapó el disparo de Matteo Darmian. Ninguno de los equipos pudo marcar en el tiempo extra tras empatar 1-1 al término de los 90 minutos en Burdeos. A 12 minutos para el final, Leonardo Bonucci convirtió un penal para nivelar el marcador, luego que Jerome Boateng bajó con la mano un balón que Giorgio Chiellini peinó dentro del área. El gol de Mesut Ozil a los 65 puso en ventaja a Alemania, rematando desde ocho minutos un centro que había sido desviado. Hasta el gol de Ozil, el partido fue una batalla táctica en la que nadie se regaló espacios. Neuer y su colega italiano Gianluigi Buffon casi que ni fueron exigidos. Bonucci fue uno de los siete que marraron sus remates en la tanda. El capitán alemán Bastian Schweinsteiger mandó la pelota a las nubes cuando tuvo en sus pies sellar la victoria con el marcador 2-2. "Nunca había experimentado una tanda de penales similar", dijo Neuer. Fue la sexta vez seguida que Alemania sale triunfante en una tanda de penal desde que sucumbió ante Checoslovaquia en la final de la Euro 1976. Y por primera vez en nueve enfrentamientos en los grandes torneos, Alemania emergió victoriosa en un partido contra Italia, poniendo fin a la denominada "maldición italiana" de los alemanes. A la caza del doblete Mundial-Eurocopa, Alemania quedó a la espera del ganador del duelo Francia-Islandia que se dirimirá el domingo en el Stade de France. La semifinal se jugará el jueves en Marsella. El entrenador alemán Joachim Loew sorprendió con su planteamiento táctico, al alinear con tres centrales. Los campeones mundiales, sin embargo, tuvieron que mover fichas temprano cuando su volante de contención Sami Khedira debió retirarse por una lesión muscular, y Schweinsteiger entró en su lugar. El duelo táctico pudo resultar intrigante, pero las ocasiones escasearon. Entre las pocas, Thomas Mueller se perdió otra oportunidad para anotar su primer gol en una Eurocopa al patear mal cuando de la nada se encontró con un balón dentro del área. Mueller acarició el gol al inicio del segundo tiempo, pero su disparo fue despejado en la raya por Alessandro Florenzi. El partido pasó a tener un trámite friccionado, con el árbitro húngaro Viktor Kassai sacando tres tarjetas amarillas en un lapso de tres minutos. Alemania logró abrir el marcador pasada la hora, cuando Alessandro Florenzi reaccionó tarde para un despeje y Mario Gómez cedió a Héctor, cuyo servido para que Ozil rematase al fondo. Apenas dos minutos, los alemanes pudieron haber aumentado. Ozil habilitó a Gómez, cuyo remate de primera fue repelido por Buffon. Italia pudo empatar con la complicidad de Boateng, quien torpemente levantó los brazos en la pugna por un balón llovido. Bonucci se encargó de cobrar la pena máxima, la primera de su carrera. Pero ninguno pudo generar algo claro para liquidar el partido en los 90 reglamentarios, aunque en la prolongación el suplente alemán Julian Draxler disparó por encima del travesaño tras un despiste de la zaga italiana. Tras salir de la banca, el italiano Lorenzo Insigne se perfiló bien dentro del área, pero remató directo a Neuer. Tras el partido Boateng fue criticado en redes sociales por su mano, mientras que Zaza también fue objeto de burlas tras fallar penalti.