Ciudad de México.- Aunque pasó un ligero susto, América manejó bien la ventaja del juego de ida y se coronó en la Liga de Campeones de la Concacaf 2015-2016, al vencer esta noche a Tigres de la UANL por 2-1 (4-1 global), para ganar su pase al Mundial de Clubes. El ecuatoriano Michael Arroyo saltó desde la banca de Águilas para hacer el 1-1, al 68, y el paraguayo Osvaldo Martínez, al 87 de penal, firmó el 2-1, para el 4-2 global. Por Tigres, el francés André-Pierre Gignac había encendido la esperanza, al 39. De este modo, los azulcremas se consagraron bicampeones de la Concachampions y en diciembre buscarán su revancha en suelo asiático, luego de su fiasco en 2015, cuando cayeron a las primeras de cambio. Luego del 2-0 en el Universitario de Monterrey, hoy en el estadio Azteca la consigna para Águilas era sostener la diferencia para clasificar al Mundial de Clubes Japón 2016. Como era de esperarse, Tigres tomó la iniciativa del juego ante la necesidad de hacer goles para complicar el juego al América, que, por su parte, apostó al repliegue y al contragolpe con su tridente conformado por Oribe Peralta, Darwin Quintero y Darío Benedetto. Los “felinos” tuvieron la posesión del balón, mostraron paciencia en los primeros minutos del encuentro, como si fueran empatados en el global y cada vez que pisaban el último cuarto de cancha dejaron ver su sufrimiento para abrir el cerrojo azulcrema. América trató de enfriar el esférico cada vez que lo recuperaba, pocas veces, en el primer lapso, apostó a la descolgada, mientras los universitarios siguieron con un futbol relajado y un balón dividido los metió en el juego. Javier Aquino tapó un mal despeje de la zaga americanista, el balón cayó al brasileño Rafael Sobis, quien sacó disparo bien tapado por Hugo González, y en el rebote decidió centrar para el gol cantado de Gignac, que significó el 1-0 en un momento clave, antes del descanso. Al regreso del mediotiempo, el técnico de Águilas, Ignacio Ambriz, decidió poblar el mediocampo y sacó a Darwin, lo que propició cederle menos tiempo el balón a los visitantes; instantes más tarde se fue Benedetto para dejar sólo a Peralta como eje de ataque. Tigres continuó sin mucha prisa en la reanudación, como si esperara otro yerro defensivo y casi lo logra pasada la hora de juego con una mala salida de González. Sin embargo, la táctica le funcionó a "Nacho" Ambriz. Con solo tres minutos en el campo Arroyo, quien entró por Benedetto, se deshizo de tres defensores para abrirse el hueco en los linderos del área y sacar zapatazo con derecha para la inútil estirada de Nahuel Guzmán, con lo cual decretó el 1-1, en un partido que por lapsos no pareció de final. El tanto en contra desconcertó a los regios, quienes pasaron inconvenientes para volver inquietar a González, salvo un remate de cabeza muy peligroso de Gignac, en un hábil cobro de tiro de esquina visitante. En el cierre del cotejo, América fue más que su rival y amarró el título en otra genialidad de Michael Arroyo, quien fue derribado dentro del área y Osvaldo Martínez sentenció desde el manchón penal para el 2-1, en una serie que supo jugar de buena manera el cuadro capitalino. El árbitro del encuentro fue Fernando Guerrero, quien tuvo una labor aceptable y amonestó a los locales Rubens Sambueza, Paul Aguilar y Michael Arroyo, así como a los visitantes Damián Álvarez, Jesús Dueñas y Gignac.