Naomi, la atleta uruapense que vence a la anemia y brilla en campeonatos

Un día cualquiera, la uruapense decidió participar en una carrera de calle, y comenta, que desde ese momento se apasionó por este deporte.

Foto: Joserney Zavala. La joven michoacana ha logrado representar a México en justas internacionales.

Colaboración de Joserney Zavala/ La Voz de Michoacán

“Tuve anemia y me fue muy difícil, porque mi rendimiento bajó muchísimo. Una vez me desmayé en un entrenamiento de lo mal que estaba”.

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Así recuerda, la campeona de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Naomi Mendoza, el momento más complicado en su trayectoria del atletismo. 

Sus inicios, fueron un poco complicados de pronto. Su padre, era entrenador de Tae Kwon Do, lo que influyó en Natali Naomi para también practicarlo desde temprana edad durante seis años, al igual que el futbol y la natación. Sin embargo, no eran deportes que la llenaran físicamente, a pesar de tener una participación destacada en éstos.

Foto: Joserney Zavala. Ella se dice orgullosa de su país.

Un día cualquiera, la uruapense decidió participar en una carrera de calle que se presentó en su ciudad, y comenta, que desde ese momento se apasionó tanto por ese deporte que, de inmediato, se puso a buscar en donde entrenarlo en Uruapan, y terminó llegando a la Unidad Deportiva “Hermanos López Rayón”, donde conoció al Profr. Manuel Esquivel, su primer entrenador.

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Con entrenamientos leves, varios días de descanso y una dieta alimenticia de lo más común, fue como empezó en este lugar. Básicamente, se encontraba en un área de confort de la que no pensaba salir en los cinco años que estuvo en esta disciplina.

“Decidí venirme a Morelia cuando tenía 17 años, estaba por terminar mi preparatoria, pero mi papá no estaba de acuerdo porque era menor de edad”, comentó un poco nostálgica la atleta de ahora 23 años de edad.

Finalmente, cuando Naomi decide tomarse el deporte más en serio y dar el gran paso al mudarse a la capital michoacana, su padre, el señor Mendoza fue una pieza fundamental en ese punto de su vida, puesto que él representaba la figura del “no”,mientras que su madre, por otra parte, la del “sí”, puesto que la apoyaba incondicionalmente en esta transición tan importante que quería hacer.

Las mañanas para la uruapense representaban un completo reto, por todo un conjunto de situaciones y emociones que rondaban por su cabeza; saber si se encontraba haciendo lo correcto, si iba por un buen camino o, simplemente, si era mejor que regresara.

Ciertamente, es mejor conocer los pros y los contras al momento de tomar una decisión que influirá directamente en el futuro, sin embargo, ella no lo veía de esa manera; y creía, que esto se debía, en gran parte, al “resentimiento” que su padre podría tener con ella por no querer entrenar más el Tae Kwon Do como se lo pedía.

“Caí en depresión por la cuestión de que mi papá no estaba muy de acuerdo de que yo me viniera a vivir a Morelia. Aun cuando ya había logrado estar en los centroamericanos, él no me apoya emocionalmente ni económicamente”.

Evidentemente, fue un suceso que repercutió de manera negativa en la joven atleta, y no solo por la falta de comunicación con su padre, sino también, agregando el fenómeno de sentirsesola en una nueva ciudad, no tener familiares cercanos, velar por ella misma los gastos del hogar y entrar a un nuevo ambiente escolar. A pesar de este contexto, ella tuvo que salir de una u otra manera.

Foto: Joserney Zavala. La anemia no logró que ella dejara su pasión.

Un caso muy parecido al que se enfrentó el exjugador de básquetbol del FC Barcelona Lassa, Alex Abrines, quien decidió regresar a su país para estar con su familia, luego de que se encontrara pasando por graves ataques de ansiedad y depresión.

No obstante, Naomi logró continuar con sus objetivos, teniendo claramente qué era lo que ella quería hacer de su vida desde ese momento.

“Mis amigas me decían: ¡ay!, es que, con mi papá, nos iremos de viaje, y yo les respondía: el mío ni me habla. Desearía haber crecido con otra familia”.

El par de problemas que se presentaron en la vida de la joven no fueron un caso de casualidad, sino que, en este caso, se logra explicar con una justificación médica.

“Las mujeres atletas tienen una mayor tendencia a desarrollar anemia ferropénica o deficiencia de hierro por micro desnutrición durante el entrenamiento, y esto, a mayor escala, conlleva a un cese de la menstruación. En el caso particular de Natali Naomi, la anemia fue, en gran parte, debido a la depresión que presentó por problemas personales, pero también, por lo antes mencionado”, argumentó el doctor Rodrigo Lorenzo Moreno Enciso.

Ahora bien, cuando llega a encontrar un equilibro emocional en su vida, decide comenzar a darlo todo en las pistas de Morelia, para retomar el ritmo físico que mantenía. No obstante, los entrenamientos en la capital comenzaron a ser más fuertes, pesados, agotadores y exigentes, en visto de que buscaba ser atleta de alto rendimiento.

Foto: Joserney Zavala. Día con día busca ser la mejor en lo que hace.

Por ende, tuvo que cambiar su estilo de vida y de alimentación, porque se veía en la necesidad de subir de peso, ya que cuando inició a practicar en Morelia, se encontraba pesando 45 kg y debía pesar unos cuantos kilos más.

Gracias a su constante disciplina y dedicación que empeñó en ese primer año, Natali obtuvo la medalla de oro en el la Olimpiada Nacional en Xalapa, Veracruz del 2014, dándole el pase directo a los Juegos Centroamericanos y del Caribe del año siguiente. 

En este segundo campeonato, logró obtener nuevamente el oro en su categoría: 3000 metros con obstáculos. Luego de estos logros, fue que se motivó completamente para seguir dando lo mejor de sí misma, pero para esto, ella misma se exigió mejorar sus números y seguir una dieta mucho más estricta, causándole anemia, una enfermedad en la sangre por su repentino cambio. 

“Los atletas deben tener mucho cuidado en mantener un balance entre el entrenamiento, el equilibrio emocional y el alimento; este último, fue el que rompió la trilogía de balance de ella, causándole estos problemas”, añadió el doctor Moreno.

Foto: Joserney Zavala. Naomi entrena en la pista de atletismo del Cder.

Salir de esta afección, le tomó a la michoacana dos años de su carrera. Pero, cuando se empezó a sentir mejor, fue que despegó nuevamente y logró ganar el campeonato de la sub 23, logrando ser la mejor de México de 23 años, y, posteriormente, conseguir el primer lugar en el campeonato de primera fuerza.

Aunado a ello, tuvo la gran oportunidad de poder representar a México en atletismo, en los recientes Juegos Panamericanos de Lima, Perú 2019, donde cumplió uno de sus más grandes sueños. Afortunadamente, también logró acaparar la atención de empresas internacionales que terminaron ofreciéndole becas deportivas, con las cuales, hoy se mantiene y confirma que sí es posible vivir de lo que a uno le apasiona.

“La mayor ventaja que ella tiene es su disciplina, su convicción por llegar a ser una atleta olímpica, y realmente cuando una persona tiene convicción, logra sus objetivos”, mencionó su actual entrenador, el profesor Joel Arturo Martínez Cardona, con quien lleva más de cinco años entrenando.

Actualmente, Natali Naomi Mendoza Munguía estudia la Licenciatura en Fisioterapia y Rehabilitación en la ciudad de Morelia, se encuentra completamente estable emocionalmente, ahora sí recibe un total apoyo de su padre, y, además, está rankeada como la mejor de México en su categoría; puesto, que se ha ganado, por haber dejado el alma en la pista y también, por haber hallado un punto de equilibrio emocional que le permitió seguir con su carrera.

“Problemas como estos, creo que ayudan a forjar tu personalidad, y yo agradezco que haya sido difícil mi vida deportiva al principio, porque es lo que me hace valorarla.”