En Denver, el periodo entre temporadas pasó con los constantes gritos de "35" por los pasillos de la sede de los Broncos como un interminable recordatorio. En Seattle, disfrutando de un primer campeonato mientras el entusiasmo era sometido a análisis antes de reenfocarse en el desafío que implica ser los campeones defensores de la NFL. Diferentes visiones, distintos enfoques, todo como resultado de una paliza de 43-8 en el Super Bowl hace más de siete meses. "Uno no olvida lo que sucedió, y uno marca la pauta al jugar contra los (campeones) del Super Bowl", dijo Terrance Knighton, defensive tackle de Denver. "Ellos se ganaron el derecho de hablar como lo hacen y nosotros sólo hablaremos con nuestras hombreras y nos presentaremos el domingo". El duelo del domingo entre Broncos y Seahawks es la primera oportunidad para Denver de borrar la vergüenza sufrida en febrero. Desde la primera jugada, el Super Bowl resultó para el olvido para los jugadores del uniforme anaranjado. La ofensiva más prolífica en la historia de la NFL fue hecha pedazos, acosada durante todo el juego por los Seahawks y su fanfarronería. Esa noche derivó en cambios en Denver. Diecisiete jugadores titulares a la ofensiva, defensiva y equipos especiales estarán en el campo por los Broncos en sustitución de los que participaron en el Super Bowl. Von Miller está de regreso. Al igual que Ryan Clady, junto con los recién llegados Aqib Talib, T.J. Ward, Demarcus Ware y Emmanuel Sanders. Esta es una oportunidad para que los Broncos vean si los cambios han funcionado. La jornada tres inició el jueves en Atlanta con la aplastante victoria de los Falcons sobre unos indefensos Buccaneers de Tampa Bay que siguen sin ganar. Los locales ganaron 56-14 con Matt Ryan lanzando para 286 yardas y tres touchdowns, Julio Jones atrapando nueve pases para 161 yardas y un par de anotaciones y con Devin Hester imponiendo una marca de NFL con su 20mo regreso de despeje para touchdown, record que compartía en 19 con Deion Sanders. Mientras tanto, los renqueantes Santos de Nueva Orleáns y Potros de Indianápolis sienten una urgencia por despertar, pues siendo los favoritos para ganar sus respectivas divisiones llegan a la jornada con una inesperada foja de 0-2. Al menos Indianápolis cayó ante equipos de élite, Denver y Filadelfia, pero los Saints perdieron ante Atlanta, desperdiciando una enorme ventaja, y luego en Cleveland, ambos con goles de campo de último momento. Nueva Orleáns podría sentir cierta confianza de que es capaz de vencer a unos Vikingos de Minnesota que no cuentan con su running back estelar Adrian Peterson y se encuentran en último lugar en ofensiva aérea. Los Potros tienen los mismos problemas para frenar el ataque por aire, pero se dirigen a Jacksonville, que cuenta con la peor ofensiva aérea de la NFL. También el domingo, San Francisco visita Arizona, San Diego a Buffalo, Green Bay a Detroit, Pittsburgh a Carolina, Baltimore a Cleveland y Washington a Filadelfia. Tennessee va a Cincinnati, Oakland jugará en Nueva Inglaterra, Houston en casa de los Giants de Nueva York, Dallas en San Luis y Kansas City en Miami. El lunes, Chicago visitará a los Jets de Nueva York.