Ciudad de México.- Los clubes mexicanos no participarán en la Copa Libertadores, al menos en 2017, porque el nuevo calendario de ese torneo les provoca conflictos de itinerario, anunció el viernes el presidente de la liga mexicana Enrique Bonilla. La Conmebol enmendó el calendario de la próxima edición de la Libertadores para disputarla entre febrero y noviembre, en lugar de primera mitad del año como hasta ahora. Los clubes de México, que juegan la Libertadorescomo invitados desde 1998, tienen conflictos con las nuevas fechas porque coinciden con la Liga de Campeones de la CONCACAF y otros compromisos. "Este calendario de febrero a noviembre también se nos empalma con la fase final del Clausura 2017, con el periodo de transferencias y registros de jugadores, además de la Copa Confederaciones 2017, la Copa de Oro, las vacaciones de jugadores", dijo Bonilla en rueda de prensa. "Con un gran esfuerzo de Conmebol y de la liga, hubo algunas posibilidad de hacer modificaciones pero al final del día teníamos unas fechas que nos afectan seriamente". La participación de México en Libertadores siempre tuvo dos restricciones: de alcanzar la final, el partido de vuelta no se podía jugar en México, y en caso de que un club mexicano fuese campeón, no podía representar a la Conmebol en el Mundial de Clubes. El 22 de septiembre, los mexicanos consiguieron el beneficio de albergar el partido de vuelta de la final, pero cinco días más tarde, la Conmebol aprobó un nuevo formato de competencia. "Ahí se nos informa que se modifica su calendario de febrero a noviembre, que habría dos repechajes y una sola final", añadió el dirigente. "Ese día hablé con Alejandro Domínguez (presidente de Conmebol) y le hice ver el asombro que teníamos por estos cambios y le hice saber que nos hubiera gustado estar presentes en los trabajos que llevaron a la toma de esa decisión". Bonilla dijo que sostuvo varias reuniones con Domínguez para solicitar modificar el calendario, pero no lo logró. Después, hubo más pláticas para tratar de acomodar los calendarios, pero los mexicanos no estuvieron dispuestos a pagar el precio. "Por ejemplo, el Guadalajara, tendría que jugar cuatro partidos en menos de un mes, dos de ellos en Sudamérica con lo que implican las distancias", señaló Bonilla. "La final está montada en los cuartos de final y semifinales del Clausura 2017. Pensamos adelantar la jornada, pero es fecha FIFA y tendríamos que jugar una fase final sin seleccionados nacionales y extranjeros lo cual es una falta seria de respeto a nuestros aficionados". "Además se presentaba otro problema porque si uno de los clubes que iniciaron el torneo de Libertadores resultaba campeón de liga tendría que jugar en la Copa de Campeones de la CONCACAF y estarían jugando la liga, la Libertadores y la CONCACAF, lo cual es prácticamente imposible", señaló El dirigente mexicano dijo que existe una gran relación con el organismo sudamericano y que la puerta está abierta para un regreso en el 2018 bajo las condiciones actuales, con dos equipos que tengan acceso directo a la fase de grupos, y uno adicional en repechaje. "La intención es volver en 2018, tener los tres lugares y que el torneo crezca de la mano del fútbol mexicano", añadió el directivo. "El participar así sería un retroceso porque quizá tendríamos que mandar jóvenes lo cual no sería serio. Es una decisión pensada y razonada y si nos sentamos a trabajar llegaremos con algo sólido para el año 2018".