El papa Francisco bendijo el lunes a más de 50 estrellas del mundo del fútbol de todas las nacionalidades que más tarde participarían en el "Partido por la paz", encuentro convocado por el pontífice como un llamado para terminar con las guerras y la violencia. "Les agradezco que se hayan adherido a mi deseo de ver a campeones de diversos países y de diversas religiones, como testimonios de amistad y fraternidad", expresó en una solemne ceremonia realizada en el aula Pablo VI del Vaticano. Asistieron unos 20 jugadores latinoamericanos, entre ellos Diego Armando Maradona, Freddy Guarín, Maxi Rodríguez, Diego Alfredo Lugano, Ricky Álvarez, Arturo Vidal y Juan Iturbe, entre otros. Además, viejas glorias como el chileno Iván Zamorano, el brasileño Ronaldinho y el colombiano Carlos Valderrama. Si bien desde un primer momento, había gran expectativa por una hipotética participación de Lionel Messi, a último momento se descartó esta posibilidad, por la lesion que sufrió el astro argentino. Los jugadores acudieron con sus familias, además de dirigentes del fútbol; en total unas 400 personas estuvieron en la ceremonia y al final saludaron una a una al pontífice. El papa recordó que el partido "es una ocasión para recoger fondos para proyectos de solidaridad, para reflexionar sobre valores universales que el fútbol y el deporte pueden favorecer". Se trata, dijo, de "un gesto altamente simbólico para construir la cultura del encuentro, en un mundo de paz, de religiones diversas, conservando la propia identidad, para convivir en armonía y en el reciproco respeto". El deporte, agregó, puede dar un aporte a la pacifica convivencia de todos los pueblos. "El partido de hoy es un no a toda discriminación. Francisco entregó un olivo que se plantará antes del partido que se jugará a las 20.45 (18.45 GMT) en el estadio Olímpico de Roma. El encuentro fue organizado por la iniciativa "Scholas Occurrentes" del Vaticano y la Fundación PUPI italiana, fundada por el ex jugador argentino del Inter de Milán, Javier Zanetti. El atacante argentino David Trezeguet, que juega en India, dijo que estaba muy feliz de haber conocido al papa y "de estar presente en este partido por la paz, que esperamos que este objetivo se pueda lograr", expresó a The Associated Press. "Me sentí muy feliz cuando me convocaron y la posibilidad de estar presente aquí es algo muy fuerte", agregó. El arquero del Galatasaray, el uruguayo Fernando Muslera, también se se declaró feliz y record que el pontífice es un aficionado al fútbol, lo que motiva más a los participantes. Iván Ramiro Córdoba, exjugador colombiano, dirigente del Inter, destacó que se trata de un "partido benéfico, para ayudar a la gente que está en dificultad. Es un gran motivo para venir". El chileno Iván Zamorano dijo que "tener la posibilidad de haber estado con él, es un orgullo y una emoción muy grande".